Paternidad, la mejor carrera de Sergio Kosky

“Yo vivía cerca de la plaza Uyuni y regresaba a las cuatro de la tarde del colegio La Salle. Pasaba siempre por el habitáculo de Willy Bendeck y me quedaba hasta que cerraban. Comencé a correr desde muy joven, a mis 15 años realicé la vuelta a Yungas sin que sepa mi padre y, luego, al cumplir 23 años me convertí en piloto oficial de Nissan Bolivia, una escudería que revolucionaría el automovilismo en Bolivia”, recuerda emocionado el piloto Sergio Kosky.

El corredor chuquisaqueño nació con esa adrenalina en la sangre y su pasión por los motores fue alentada por su padre, quien lo llevaba a las carreras desde que tenía 7 años, además de ser muy amigo de grandes pilotos como: Willy Bendeck, Carlos Arana y Carlos Chamón. Ése fue el escenario donde se desenvolvió el reconocido piloto.

Sin embargo, las pruebas automovilísticas y la desmedida pasión que hasta el momento tienen ligado a Sergio con las pistas de carrera fueron desplazadas por la que él considera la mejor carrera de su vida, la paternidad. Basta ver su iluminado rostro cuando se refiere a la llegada de su primogénita Silvana y, luego, de su hijo Sergio quien heredaría esa pasión por el deporte tuerca.

LA PATERNIDAD

Los dos hijos de Kosky se han convertido en su mayor orgullo, el acompañarlos en cada etapa de sus vidas y, en la actualidad, viéndolos realizados tanto en su desarrollo personal como profesional es un sueño realizado. Silvana ya casada y Sergio que concluyó sus estudios de Administración de Empresas en Argentina.

“El ser padre es lo más importante que le puede pasar a un ser humano en la vida. Pese a haber pasado muchos años lo recuerdo como si fuera ayer, esa emoción tan grande de tener a tu hija o hijo en brazos se convierte en parte de lo que va a dirigir tu vida, piensas que tus hijos van a estar a tu lado desde que nacen hasta que te vayas de la tierra”, asegura Kosky.

El piloto recuerda ahora como anécdota la primera carrera que realizó su hijo en la prueba Óscar Crespo. “Sergio debutó en Sucre y logró el tercer lugar. Me desesperé tanto en cada vuelta del circuito que duraba cerca de 30 minutos, que pasé llamando a los distintos puntos de control para ver si mi hijo había pasado, me puse muy nervioso”.

El reconocido corredor asegura que la vida familiar que ha tenido hasta el momento ha sido conservadora, es decir, muy allegada a los hijos, que pese a que debía competir en varios departamentos o países no podía estar más de dos semanas lejos de ellos, pero lamenta que actualmente se esté perdiendo el verdadero valor de lo que significa un hogar.

Sergio Kosky está casado con Janet Herrera, quien le dio la dicha de disfrutar de sus dos hijos, quienes nos cuentan a continuación los recuerdos más gratos con su padre y las actividades que aún comparten juntos.

SILVANA KOSKY HERRERA

La hija mayor del corredor asegura que su papá es una persona súper buena, de buen corazón, positiva y bondadosa.

“Cuanto tenía tres años y mi hermano era aún bebé, vivíamos en Santa Cruz me encantaba hacer bolitas de barro y recuerdo que mi papá se sentaba conmigo y hacíamos como un hornito y él me ayudaba a hacer las bolitas con toda la paciencia del mundo. Ya jovencita, cuando comencé a frecuentar discotecas me llevaba y me esperaba pacientemente a que saliera para llevarme a casa”, recuerda Silvana.

La primogénita de Kosky cuenta que las competencias siempre estuvieron presentes en su vida, aquellos nervios que sentía cuando corría su padre y que siempre lo despedía con la señal de la cruz en su frente y le daba un beso. No se ponía tan nerviosa cuando realizaba rutas como Pucarani, pero sí cuando comenzó a hacerlo en Estados Unidos, ahí sí estaba muy pendiente de lo que sucediera mediante el internet.

SERGIO KOSKY HERRERA

El segundo hijo del piloto aseguró que su papá es un ejemplo a seguir en todo sentido, como hombre, deportista y familia. Además de valorar cada momento que comparte junto a él y recordó algunas vivencias

“Hemos corrido un par de veces juntos en Oruro y La Paz, yo apoyándolo como copiloto, pese a que no me gusta ocupar ese puesto, el hecho de hacerlo con mi papá es un gusto adquirido. Recuerdo que una de nuestras primeras participaciones fue cuando tenía 18 años, en Pucarani y ganamos la carrera”, narra orgulloso Sergio.

El joven corredor participó de 15 a 20 años en bicicross y ha obtenido innumerables subcampeonatos y campeonatos nacionales, departamentales y municipales, llegando a ser uno de los favoritos para participar en los juegos bolivarianos.

“Mucha experiencia en automovilismo no tengo, pero creo que para ser un buen piloto lo que se necesita es ser metódico y serio para realizar una buena preparación, dedicarle todo el tiempo que se pueda al deporte. Mi primera participación fue en el circuito Oscar Crespo en Sucre y llegué en tercer lugar, porque se pinchó una llanta”, relata Sergio Jr.

CARRERA DEPORTIVA

Los logros más significativos conseguidos por este experimentado corredor nacional fueron el haber participado del Rally Mundial de Argentina en 1992 y ser el mejor piloto latinoamericano en un mundial al representar a Bolivia y alcanzar el tercer lugar. El haber ganado en Perú la ruta doble Mollendo y el año pasado con su participación en la Copa de las Américas en los Estados Unidos.