El exgobernador de Tarija, Mario Cossío, que tiene asilo político en Paraguay, dijo que el MAS perderá las elecciones en ese departamento debido al “castigo” que el votante ejercerá contra ese partido por haberlo sacado de la Gobernación.
“El votante va a castigar al MAS por el golpe y destitución inconstitucional que ejercieron contra mí. Veo una muy clara derrota del oficialismo en las próximas elecciones, lo que está ocasionando desesperación del Gobierno”, dijo a ANF en un contacto telefónico desde Asunción.
Según su criterio, el MAS desea “tomar” los departamentos que en el pasado eran opositores, “para así intentar demostrar que tiene apoyo mayoritario y lanzar su estrategia para aprobar la reelección indefinida del Presidente”.
Las encuestas señalan que tanto en la Alcaldía de Tarija como en la Gobernación ganarán con holgura dirigentes opositores.
Consultado sobre si tuvo alguna participación en la difusión de un audio en el que se escucha la voz del Viceministro Jorge Pérez, quien acusó a Cossío de haber hecho un “montaje”, negó tajantemente aquello.
“Evo Morales, los ministros y viceministros se siguen soñando con Mario Cossío, por lo visto”, dijo. Señaló que las persistentes menciones y críticas contra su persona se deben a que en el Gobierno “tienen la conciencia negra” por el golpe que urdieron en su contra para destituirlo como gobernador, en 2010.
En el audio mencionado se escucha decir al viceministro que mandará “a fusilar” a los dirigentes del MAS que no apoyen al candidato oficialista a la Alcaldía, y que los hará “botar” de la Gobernación. Pérez dijo que Cossío había organizado, junto “al imperialismo” hacer un montaje con esa grabación.
“Ese audio refleja la mentalidad abusiva, autoritaria y extorsiva del Gobierno ya que nada menos amenaza con fusilamientos a quienes no piensen como ellos”, dijo.
Cossío, que como dirigente del MNR fue prefecto y gobernador de Tarija, además de presidente de la Cámara de Diputados, fue removido de su cargo tras ser acusado de hechos de corrupción. La ley vigente entonces permitía la destitución de alcaldes y gobernadores ante sola acusación de fiscal.
Una vez que fue forzado a dejar el cargo, fugó a Paraguay, donde obtuvo asilo. Sin embargo, se negó a renunciar y, por lo tanto, su estatus, hasta las presentes elecciones, ha sido el de “gobernador suspendido”.
Pesan contra él numerosas acusaciones de corrupción. Consultado sobre esas acusaciones, Cossío dijo que “en cuatro años” y “teniendo el control de la justicia”, el Gobierno no ha logrado demostrar ni una sola de sus denuncias. “No pueden demostrar nada porque todos mis actos fueron transparentes y no cometimos irregularidades”, dijo.
Las denuncias, comentó, son parte de una estrategia de “persecución política” que el Gobierno ejerce contra decenas de opositores. “No hay dirigente opositor en Bolivia que no esté acusado”, enfatizó. Y luego recordó que más de 700 bolivianos han buscado refugio en distintos países.
Agregó que el Gobierno del MAS, que “está cruzado por actos de corrupción” y de irregularidades, “no tiene moral” para acusarlo a él de nada. (ANF)
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