Embajador de Argentina desmiente malos manejos

El embajador de Argentina en Bolivia, Ariel Basteiro, desmintió ayer una publicación del diario El Clarin sobre supuestos malos manejos administrativos en la extensión de la visa y el otorgamiento de franquicias a un agregado militar de ese país. El diplomático aseguró que éste es un intento de atentar contra las buenas relaciones entre ambos estados.

“Aclarar que no hubo absolutamente ninguna irregularidad, incluso encontrando y mirando qué era lo que decía Clarín y lo que sucede es que Clarín por desinformación y mala intención fundamentalmente confunde, por la ignorancia, desconociendo documentación complementaria de una simple nota con la cual montan toda una operación mediática sin fundamento”, dijo.

El matutino El Clarín publicó una noticia donde acusan al diplomático de avalar extensiones de visado y franquicias para autos sin pedir autorización a Buenos Aires.

Según Basteiro las acusaciones que hace el matutino responden a un conflicto que tiene que ver con una nueva Ley de Medios, además de buscar desprestigiar a los gobiernos de Evo Morales y Cristina Kitchner.

“Hacer conocer que en Argentina hay un nivel de enfrentamiento acérrimo entre el grupo Clarín y el Gobierno Nacional por la intención del Gobierno de llevar adelante una nueva Ley de Medios, que el Grupo el Clarín se opone. El otro tema que estoy convencido, por el cual el Clarín también hace lo que hace es que trató de generar conflicto y desprestigiar al Gobierno de Evo Morales”, agregó.

El diplomático explicó que el funcionario al que se le hizo una extensión de visa por un lapso de 45 días fue al exagregado aeronáutico en la sede diplomática argentina en La Paz, Comodoro Edgardo Gustavo Sigler, quien cesó sus funciones el 27 de octubre de 2014, porque debía concluir sus trámites de traslado de Bolivia a su país, lo que -dijo- “es normal” en todos los funcionarios que cesan sus funciones.

Mientras que sobre la acusación de una supuesta doble franquicia diplomática de autos para Gustavo Sigler, explicó que en realidad un vehículo fue comprado en Bolivia para servicios de la Embajada y el otro es un auto con patente de cortesía, que pertenece al exfuncionario y fue ingresado “legalmente” a territorio boliviano, para su uso personal, con un permiso de Cancillería, lo cual también aseguró es normal.

“Hay varios funcionarios que traen de Argentina porque tienen un grupo familiar numeroso, o tienen particulares en su grupo familiar que determinan que tenga que haber dos autos”, agregó.