El dinero es de todos los bolivianos

Los que observamos el desarrollo de nuestra democracia “made in Bolivia” y comentamos periódicamente “desde el balcón de la indiferencia” (Cantinflas), hemos quedado una vez más sorprendidos por declaraciones gubernamentales en sentido de “no trabajar con los ganadores en gobernaciones y municipios que no sean afines al oficialismo”.

Realizando deducciones relativas a esta advertencia (o amenaza), llegaríamos a las siguientes conclusiones:

-Todos sabemos que el dinero generado por la exportación de recursos naturales pertenece a ¡todos! los bolivianos y lógicamente, no es propiedad personal proveniente de sus bolsillos.

-Estaría por demás la realización de actos eleccionarios para la nominación de autoridades. Inclusive sería un derroche innecesario de dinero y movilizaciones de funcionarios.

-Por tanto, los nuevos gobernadores y alcaldes, etc. serían (nomás) designados políticamente y los candidatos “pasa-pasas” se dedicarían, por lo menos, a buscar otras ocupaciones (o desocupaciones) pagadas por el Estado.

-La ciudad de La Paz se liberaría del terrible e inmisericorde pintarrajeado de calles, viviendas particulares, edificios públicos y privados, parques, monumentos, etc.

-También estarían a salvo, en caminos provinciales y departamentales, sitios como puentes, espacios rocosos a la vera de los vías asfaltadas, piedras de gran tamaño, troncos de árboles, carteles publicitarios de alimentos (leche, carne de pollo, refrescos), señales de tránsito de vehículos, etc. (¡uf, uf!).

Es muy bien visto y rarísimo el que obsequia dinero o bienes obtenidos con el sudor de su frente y del fruto de su trabajo honrado; pero… ahí lo dejaremos.

SABIOS GRIEGOS

Cinco siglos antes de Cristo, los griegos creadores e iniciadores de la democracia como forma de gobierno… ¿imaginarían que después de más de veinte siglos, ocurriría en un país sudamericano todo lo que escuchamos en largos discursos de nuestros políticos?

Si hoy esos sabios griegos salieran de sus tumbas y vieran nuestra realidad política, posiblemente volverían precipitadamente al lugar de donde salieron y se introducirían a mayores profundidades de la tierra.

OTROSÍ

¡Oh, democracia… las cosas que se dicen y se hacen en tu nombre!