La ciudad de Santa Cruz se ahoga con al menos 3.900 toneladas de basura, como efecto del bloqueo de vecinos de Normandía en el ingreso del botadero, quienes exigen solución integral al problema de la contaminación.
Las calles de la capital cruceña se encuentran llenas de desechos, en los mercados hay temor por enfermedades y reportan el fracaso de una minga que pretendía frenar brote de chikungunya.
La alcaldesa Desirée Bravo ingresó en huelga de hambre en el Comando de la Policía solicitando la intervención de la Policía contra los manifestantes. (Erbol)