Un trabajador prendió fuego ayer a una pira de colmillos de elefantes y productos elaborados con marfil, en Adis Ababa, Etiopía. El gobierno etíope ha quemado 6,1 toneladas de marfil confiscadas a lo largo de los últimos 20 años con el objetivo de parar la caza furtiva, convirtiéndose en el segundo país, después de Kenia, en quemar el marfil almacenado por las autoridades. El elefante es una especie vulnerable cuyos números están mermando rápidamente porque son asesinados para quitarles sus colmillos.