Según experto del Observatorio San Calixto explicó que la sismicidad es continua y que el problema que tiene Bolivia, en particular la sede de Gobierno, es la falta de programas de preparación.
Un sismo que se produjo ayer a horas 00.51 (hora local) en la región de Tarapacá, Chile, de 6.4 de magnitud en escala de Richter con intensidad intermedia y una profundidad de 130 kilómetros, se sintió en La Paz.
El movimiento generó que mucha gente que vive en edificios altos de la zona Sur, Sopocachi, y el centro de la ciudad perciban el movimiento telúrico, informó el analista del Observatorio San Calixto (OSC), Teddy Griffiths.
El sismo se produjo en Tarapacá, a 26 kilómetros al sudeste de Putre, norte de Chile, el 23 de marzo a las 00.51 hora boliviana. La latitud fue -18.436 (Sur), la longitud de 69.558 al oeste, con una profundidad intermedia, según el OSC.
En Chile tuvo una magnitud de 6.4, mientras que en la ciudad de La Paz la intensidad fue leve (magnitud 3.0).
En la urbe paceña -explicó Griffiths- los vecinos de Sopocachi, zona Sur, y la zona Central reportaron movimientos telúricos, pero no daños materiales ni mucho menos humanos.
“Se ha podido percibir en la ciudad de La Paz. Este sismo ha sido intermedio, esto quiere decir que tiene una profundidad de 130 kilómetros (…) se lo ha podido percibir en edificios de pisos. Tuvimos reportes de gente que si lo ha sentido pequeños movimientos, pero no ha causado ningún tipo de problemas materiales o personales”, indicó.
La referencia geográfica que dio el OSC fue de 54 kilómetros al oeste de la población de Tambo Quemado, a 93 kilómetros al Sudoeste de la población de Charaña y a 259 kilómetros al Sudoeste de la urbe paceña.
SISMICIDAD
El analista del Observatorio explicó que la sismicidad es continua y que el problema que tiene Bolivia, en particular La Paz, es la falta de programas de preparación para antes, durante y después de un movimiento telúrico.
“Los movimientos no se experimenta de forma seguida, entonces no se crean programas de prevención, no tenemos ningún tipo de apoyo, para conocer que se debe hacer antes, durante, después. Es todo un proceso de planificación por partes de autoridades nacionales, municipales. En el mapa de riesgos que sacó la Alcaldía no está introducida sismicidad (…) no estamos prevenidos, no estamos listos para reaccionar”, explicó Griffiths.
PREVENCIÓN
Antes del sismo, los expertos señalan que antes de un sismo es importante que los miembros de la familia y la comunidad formulen planes de protección civil que incluya rutas de evacuación, zonas de seguridad y a los responsables de apoyar a los grupos vulnerables.
Además, se deben organizar simulacros de evacuación, verificar que el edificio cumpla con las normas de construcción, también se debe ubicar y revisar las instalaciones de gas, agua y electricidad.
Se debe identificar los lugares más seguros del hogar y las salidas de emergencia. Tener a la mano identificación, números telefónicos de emergencia, un botiquín, un radio portatil y una linterna con pilas, entre otros aspectos.
Durante el sismo las familias deben conservar la calma y tranquilizar a quienes estén alrededor, colocarse bajo una mesa o escritorio resistente, no usar elevadores o ascensores, no ponerse cerca de espejos o muebles que puedan caerse o deslizarse. En la calle deben detenerse en un lugar abierto.
Después del sismo, se debe verificar si hay lesionados y los posibles daños causados al edificio, alejarse de inmuebles dañados, no encender fuego, reportar fugas de agua o gas e incendios, tener cuidado con los cables sueltos o caídos.
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