Hans Dellien S.
En menos de 72 horas se ha infringido al pueblo del Beni, departamento que tiene 213.500 Km2, es segundo en extensión territorial (después de Santa Cruz), 453.000 habitantes, ocho provincias y 19 municipios, con 208 candidatos desde gobernador y alcaldes, que iban a participar en las elecciones del 29 de marzo. En tan escaso tiempo se ha descargado una tormenta de artículos justificativos, artimañas para que el acto de cometer un desliz de guarismos no tenga consecuencia que dañe al Tribunal Supremo Electoral (TSE) en su doctrina ni su normatividad; además de un castigo monetario, se vuelve a castigar. A “tan grave afrenta” se añade, ¡imposible!, otra acción punitiva, siendo que se suele castigar una sola vez por el delito.
Pero al Beni se le castiga dos veces, con el mayor daño y afrenta a su idiosincrasia y dignidad, suspendiendo la personería de Unidad Demócrata (UD) y declarando fuera de los comicios del 29 de este mes a 208 candidatos que el Beni iba a elegir ese día. Se presentó una demanda de inconstitucionalidad por el artículo 136 de la Ley del Régimen Electoral, produciéndose demora en su tramitación, alegando “falta de personal clave”. Hubo cambio de secretario de Cámara y oros artificios, mientras el pueblo beniano y los candidatos de UD agonizaban en una prolongada espera sobrecogedora de tensión y sufrimiento.
Un principio de justicia establece que lo punitivo debe guardar relación con el agravio que se comete, a una leve falta corresponde ¡no la pena máxima!, como ocurrió con el Beni, eso es ¡inadmisible! aquí y en el resto del mundo civilizado.
Este ultraje al pueblo beniano es imperdonable, tanto por su magnitud como sus consecuencias inmediatas que debe sufrir la colectividad, sometida a semejante abuso. Sabíamos que la justicia estaba pasando por un mal momento, reconocido hasta por el Presidente, sobre todo en su credibilidad y eficiencia, para dar a luz semejante atropello a las sagradas garantías constitucionales de los benianos; revela que han jugado otros factores desconocidos para ese veredicto, muy ajenos al mandato que tiene la Ley del TSE y que han jugado intereses partidistas y parcializados para emitir un veredicto justo y éticamente razonable.
Qué puede sentir un pueblo que, además de ser preterido por todos los gobiernos de turno y el actual, no se excluye, sino recordemos el “Plan Patuju”, ¿que debía ayudar ante las grandes pérdidas de los ganaderos benianos en ganado y bienes irrecuperables de las inundaciones del 2014? ¡Nada! Pero, ¿acaso no se gasta en aviones, helicópteros, vehículos blindados y teleféricos?, lo más inaudito es que el Gobierno invierta en el Chapare mil cien millones de dólares, para desarrollar un polo industrial en la región cocalera del país, (El Deber, 2 de noviembre de 2014). Además, ¿se ha comprado un ciclotrón por 600 millones de dólares para acelerar partículas, primer paso para una planta nuclear en La Paz?, cuando los bolivianos tenemos que esperar un mes o dos meses para una tomografía, o una resonancia magnética.
El daño ya está hecho y ahora los benianos deben elevar su mirada al horizonte lastimado de sus esperanzas, y retornar a su identidad de valor, grandeza y solidaridad que jamás la perdieron como la personería de un partido, UD.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |