LOS “SIN” MEDIOS
“Ver cine en televisión es un pecado”
LG: ¿Cada cuánto ves televisión y qué programa te gusta más?
J: ¿Te confieso la verdad?, rara vez. Hace unos 10 años que no me siento una hora completa o toda una noche a ver TV, le he perdido el gusto. No veo los programas de entretenimiento y sí eventualmente un noticioso o algún programa, cuando me entero de una entrevista a algún personaje que llega al país, pero, ¿después?, porque ver cine en televisión es un pecado, cuando quiero ver cine, voy a la Cinemateca.
LG: ¿Qué es lo más rescatable de la TV boliviana?
J: Cómo ha sido capaz de sobrevivir, es tremendo (…).
LG: ¿Una serie de televisión?
J: ¿De las enlatadas? Los Sopranos, no sólo por la temática sino por las actuaciones, son sensacionales, cada capítulo es interesante, cómo te atrapan historias que pueden parecer muy sencillas, y una serie nuestra que hicimos en 1992, que se llamó Radio Pasión (…).
LG: ¿Dibujos animados?
J: Me gustan muchísimo los clásicos, Tom y Jerry, los primeros en blanco y negro que se los pasaba por el antiguo Canal 7, había más tiempo para ver y tenían más calidad, no quiero hablar de la palabra mensaje, pero no eran tan grotescos y violentos como los de ahora.
LG: ¿Un/a periodista de la TV que admires?
J: Indudablemente Juan Carlos Arana, porque en las buenas y en las malas siempre me ha tratado con mucho cariño y respeto (…).
LG: Si tuvieras que invitar a un/a presentador/a de televisión para ir a cenar, ¿a quién invitarías?
J: Alguien que estimo mucho y sólo hemos tenido la oportunidad de trabajar una vez es Ximena Galarza. Es encantadora, cuando trabajábamos en una película, ella demostró que tenía muchísima capacidad de aprender.
LG: ¿Qué le falta a la TV boliviana?
J: Compromiso y seriedad porque te de pronto ves que cualquier persona que se para frente a una cámara es un gran conductor y te digo la verdad, escuchemos qué dicen y opinan los y las presentadoras, hay gente que no puede hilar un par de frases correctamente, y cómo se animan, qué coraje tienen para ser conductores, ¿no?
LG: Y de la radio, ¿qué escuchas?
J: Me he vuelto, como era hace mucho tiempo, más fanático de la radio. Antes la escuchaba casi obligatoriamente. Ahora tengo establecido un horario de ciertos programas en dos o tres radios nada más, pocas veces un noticioso completo, de vez en cuando alguna entrevista del padre Pérez o algún programa que conduce Beatriz Cahuasa, no toda la programación de radio Deseo, porque hay cosas que no me agradan, son muy agresivas y, por supuesto, algo de la programación de Radio París La Paz.
LG: ¿Un buen conductor de radio?
J: Extraño mucho la presencia de Mario Castro, que por supuesto ha dejado, no discípulo, pero sí a alguien que trabajó con él, Jimmy Vásquez de RFI, a quien estimo por la calidad de persona, preparación e inteligencia que tiene para conducir radio.
LG: ¿Cuándo fue la última vez que fuiste al teatro?
J: Hace dos años, vi una obra que presentaban unos alumnos míos y me salí antes de que acabe la obra porque era insoportable. De pronto al Teatro de Cámara puedes entrar a la hora que te dé la gana, con tus huahuas, con tu perro, con tus celulares, es una falta de respeto a las personas que van al teatro.
LG: ¿Con qué frecuencia vas al cine?
J: Por lo menos una vez al mes, dependiendo de la película. Prefiero ver las que me recomiendan, no soy de (ver) las películas que están en cartelera.
LG: ¿Cuál fue la última película boliviana que viste?
J: Olvidados, en la que he participado.
LG: ¿Hay alguna película boliviana que te haya marcado?
J: “Tatuajes”, una película que no se puede ver, que sigue siendo para mí un trabajo muy complejo. Ojalá podamos recuperar ese material, creo que hubiera marcado una diferencia dentro de nuestro cine.
LG: ¿Qué te falta hacer en el cine?
J: Más protagonistas porque generalmente he hecho co-protagonistas y secundarios, no me niego a hacer ningún tipo de personaje, puedo hacer hasta de extra, pero ojalá este año pueda hacer un protagonista protagonista.
LG: ¿Un actor boliviano?
J: Don Néstor Peredo, pocos lo recuerdan, la última película en la que trabajó fue con (Jorge) Sanjinés (…).
LG: ¿Una actriz?
J: Sandra Peña, nunca ha hecho cine, pero sí mucho vídeo. Cuando trabajó aquí (en La Paz) en vídeo y en teatro nos demostró que es una actriz de un peso impresionante (…).
LG: ¿Grupo folclórico preferido?
J. Aparte de los Jairas, ¿quiénes?, nadie.
LG: ¿Lloraste con alguna canción?
J: Con muchísimas, ¿una en particular?, de la Chabela Vargas, “Tomate esta botella conmigo y en la última copa nos vemos”, es una canción maravillosa.
LG: ¿Cantas?
J: No soy muy afinado, pero sí me animo a lo que sea, me gusta cantar, no me corro aunque sea desorejado, hay que cantar con el alma.
LG: ¿Te gusta bailar?
J: Antes, ahora ya no mucho, es que tengo un esguince mal curado y debo cuidarme. Bailo lo que sea (…).
LG: Si pudieras escoger a un súper héroe, ¿cuál escogerías?
J: No creo en los súper héroes, para mí un súper héroe es un heladero de los Frigo, el “raspallidero” de la plaza España.
LG: ¿Qué harías si fueras invisible por un día?
J: Robaría un banco (sonríe), no sé qué haría con tanta plata, al día siguiente lo distribuiría con ciertas personas, por suerte no soy ambicioso (sonríe).
Nombre: Jorge Ortiz Sánchez.
Fecha de nacimiento: 26 de octubre de 1956 en Tarija.
Estado civil: Felizmente soltero.
Hijos: Que yo sepa, no (sonríe).
Estudios: Arquitectura en la Universidad Mayor San Andrés, no concluí porque me dediqué a la actuación. (Este 2015 cumple 30 años como actor).
¿A qué te dedicas hoy?: Únicamente a hacer cine y TV si se puede, y no sé cuándo volveré al teatro, pero el 90% de mi tiempo lo he dedicado a formar gente joven y ahora estoy con un grupo de adultos mayores, son las personas más responsables y encantadoras.