El Cairo.- El grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha asesinado a 61 personas entre febrero y marzo pasados en las zonas bajo su control en Siria, con lo que ya suman 2.030 ejecutados desde que esta organización extremista anunció un califato, el pasado mes de junio.
En un comunicado, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos precisó que de las 61 personas asesinadas entre el 28 de febrero y el 28 de marzo, 36 eran civiles de las provincias de Hama (centro), Alepo (norte), Al Raqa (este), Deir al Zur (este), Homs (norte) y Al Hasaka (noreste).
Esas víctimas fueron encontradas “culpables” de insultar a la religión islámica, colaborar con el régimen sirio, intentar secuestrar a combatientes del EI, practicar acciones indecorosas con otros hombres y espionaje, informó Efe.
Asimismo, los yihadistas acabaron con la vida de 21 combatientes de facciones rebeldes acusados de combatir contra el EI, traer armas desde Turquía, luchar junto a milicianos kurdos y apostasía, entre otros “cargos”.
La cifra de asesinados también incluye a cuatro miembros de las fuerzas leales al Gobierno de Damasco.
Del total de 2.030 personas ejecutadas por el EI desde finales de junio pasado hasta el sábado, 1.274 eran civiles, entre ellas ocho mujeres y seis menores.
La organización extremista llevó a cabo esos asesinatos mediante fusilamientos, degollamientos, decapitaciones, lapidaciones, lanzamientos desde edificios altos y quema de personas.
Asimismo, un total de 116 miembros de facciones rebeldes rivales, entre ellas el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda en Siria, fueron asesinados por el EI.
Además, el grupo terrorista mató a 125 de sus propios miembros, por espiar para otros países, añadió la ONG, que precisó también que la mayoría de ellos fueron asesinados tras ser capturados cuando intentaban volver a sus países de origen.
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