Sugerencias para nuevas autoridades en alcaldías y gobernaciones

Nuestra bella ciudad paceña aun siendo maravilla tiene muchos problemas. En casi todas las propuestas de los candidatos a alcaldes y gobernadores hubo énfasis en materia de salud y, en algunos casos, educación, pero hubiera sido interesante oír también alternativas en ciencia y tecnología, pues los países más avanzados apoyan estos temas.

En cuanto a salud, todos los esfuerzos e iniciativas son bienvenidos y hasta insuficientes, ya que en muchos casos la salud es todavía un lujo. A propósito, ¿en qué quedo la intervención a la Caja Nacional de Salud? No se habló más. Sería interesante continuar con esto y que los afiliados sean atendidos como merecen y no que tengan que buscar atención particular, en desmedro de su economía personal o familiar. Hay que hacer que los policlínicos funcionen bien, dotados de infraestructura, equipos y medicamentos necesarios y adecuados; muchas enfermedades no se curan sólo con paracetamol, ibuprofeno o penicilina inyectable.

¿Por qué no fortalecer más los servicios de salud en El Alto?, ¿por qué no crear centros específicos para atención de pacientes con VIH o tuberculosis, para resguardar así la salud del resto de la población? A propósito, se habla mucho del tráfico de vehículos, del parque automotor excesivo y asfixiante en la urbe paceña, de las trancaderas que aumentan el estrés en las pobres personas.

Algo que no se está tomando en cuenta, a pesar de su importancia, es la emisión de gases contaminantes de los vehículos, con los cuales se daña terriblemente el aire y por lo tanto el medio ambiente; está bien contar con pasos a desnivel, subterráneos, puentes colgantes o no, túneles, trenes, lo que sea, pero del daño a la salud nadie habla.

En las emisiones de los escapes de los vehículos se encuentra dióxido de carbono que además de calentar más el ambiente, es tan dañino como el monóxido de carbono, el cual a la larga puede ocasionar problemas cardíacos, ya que disminuye la capacidad de la sangre para cargar moléculas de oxígeno; el óxido de nitrógeno, otro gas emitido, da lugar a lluvias ácidas y los hidrocarburos, que también forman parte del llamado smog, son altamente tóxicos; la exposición permanente daña el hígado y produce cáncer.

Entonces, además de contribuir al calentamiento global, a contaminar más la atmósfera, se está lanzando al medio ambiente agentes causantes de mortales enfermedades como el cáncer; por cierto, las estadísticas en el país son impresionantes, a lo mejor incrementadas por estos factores. Las vendedoras de calles congestionadas, como la Garita, Tumusla, avenida Buenos Aires, hasta el centro paceño, están más expuestas y nadie hace algo por hacer que los escapes de vehículos vayan hacia arriba, tengan filtros.

Este es un tema urgente, la Alcaldía, Tránsito y hasta la Gobernación podrían llevar adelante un proyecto conjunto para detener y quitar la licencia si es preciso a quienes contaminen y aplicarles multas elevadas. El paso de uno de estos vehículos nos deja un sabor tóxico en la boca y el smog en la piel y el cabello.

Estamos preocupados por el tránsito complicado y ¿estos otros peligros? Las universidades y los organismos que trabajan en medio ambiente están llamados a dar soluciones para disminuir la contaminación atmosférica; ¿dónde van a entrar más autos, buses y minibuses? Desde este punto de vista, gusten o no, los teleféricos ayudan a disminuir la contaminación.

Debemos seguir buscando alternativas y respuestas, cada uno con nuestro vehículo tengamos conciencia; los dueños de motorizados de transporte público también y, por supuesto, las nuevas autoridades tienen la obligación no sólo de que tengamos cielos más limpios, sino salud para todos; respiramos el mismo aire, en una misma casa, en nuestro planeta que tenemos la obligación de cuidar.

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