Crisis interna en el MAS

EL DIARIO (ESPECIAL).- Los comicios del pasado 29 de marzo 2015 debilitaron en una jornada la influencia política nacional del Movimiento Al Socialismo, restableciendo la vieja correlación de fuerzas occidente-oriente y, 24 horas después, abren nuevas estradas que posiblemente conduzcan a una segunda etapa de la “media luna” con el triunfo de los candidatos de oposición en los departamentos de Santa Cruz, Tarija y en parte, del Beni.

Definimos este crucial momento, como la crisis del MAS. Simultánea a esta veloz transformación de fondo geopolítico, el partido gobernante perdió el control del departamento de La Paz, que representa la derrota política y también social del Movimiento Al Socialismo.

ENEMIGO INTERNO

En términos de análisis, la derrota del MAS es, en gran parte, producto del voto de la disidencia interna, de las organizaciones sindicales y sociales descontentas y desplazadas por las pugnas de facciones. Este voto fue mucho más “duro” incluso que el voto consigna de los sectores de oposición.

Las razones de la reacción interna podrían responder a los siguientes factores: a).- Exceso del uso del poder político; b).- Disidencia interna en crecimiento; c).- Designación de candidatos del MAS por imposición, sin tener en cuenta las propuestas de los movimientos sociales; d).- Candidatos con imagen deteriorada; e).- Escándalo del Fondo Originario Campesino; f).- Amenaza en pleno proceso pre-electoral, de no liberar presupuestos a gobernaciones y alcaldías ganadas por el sector de oposición; g).- Soberbia política basada en conceptos triunfalistas y h).- Ausencia fatal de liderazgos regionales por la imagen caudillista del liderazgo principal.

Agregamos: enfoque de la política internacional boliviana, en defensa del régimen venezolano; sostenido enfrentamiento diplomático contra Estados Unidos, simpatía por movimientos religiosos ortodoxos antidemocráticos y otras connotaciones de índole extranacional, entre ellas, los bajos precios internacionales para la materia prima boliviana.

TESIS

La derrota electoral del MAS en los comicios 2015 tiene profundas y lejanas raíces: sectores y grupos de gran fortaleza social abandonaron al MAS, a partir de diciembre 2010, cuando el Gobierno decretó el alza de hidrocarburos: la Central Obrera Boliviana (COB), el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qllasuyo (Conamaq), federaciones de juntas vecinales de las ciudades de La Paz y El Alto, fabriles, pequeños comerciantes, empleados públicos, gente sin empleo; grupos campesinos de todo el país, etc., optaron por alejarse de la corriente indigenista.

La crisis ejerció influencia en organizaciones populares. La Confederación Indígena del Oriente Boliviano (Cidob), comunidades del Territorio Indígena Parque Isiboro-Sécure (Tipnis) y pueblos guaraníes rompieron lanzas con el Gobierno, en aquellas jornadas.

El balance político de la Octava Marcha del Tipnis, que recorrió más de 600 kilómetros a pie, desde Trinidad, Beni, hasta la ciudad de La Paz, venciendo dificultades climáticas y bloqueos de “interculturales” el año 2011, fue desastroso para el MAS.

Chaparina fue, además, un golpe a la tesis sustentada por el oficialismo respecto a que la base social del Gobierno son los movimientos sociales. En el folleto “Las tensiones creativas de la Revolución”, la cúpula ideológica afirmó que el gobierno del presidente Evo Morales es un gobierno de los movimientos sociales.

La realidad desmintió estas aseveraciones y confirmó como lo hizo el domingo 29 de marzo 2015, que los movimientos sociales no constituyen exactamente la base social del Gobierno, puesto que el reciente voto castigo contra el MAS es producto del descontento de los grupos sociales y por supuesto, de la clase media que pasó a la ofensiva.

COMICIOS 2015

Respecto a los comicios 2015, el Gobierno anuló al candidato de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb), Damían Condori, en provecho de Esteban Urquizu. El resultado es catastrófico y hasta motivo de una segunda vuelta en la elección de gobernador para Chuquisaca.

Otro ejemplo reciente: mantener contra viento y marea a candidatos y autoridades relacionados --según renegados del MAS--, con el saqueo al Fondo Indígena, costó al oficialismo la importantísima Gobernación del departamento de La Paz.

CRISIS

Al referirnos a la reacción de los grupos sociales, es pertinente recordar que a partir de fines de diciembre del 2010, cuando el gobierno decretó el alza de hidrocarburos y en abril del 2012, cuando fue vulnerada la Novena Marcha del Tipnis ocurrieron hechos que nos remiten a una primera crisis del Movimiento Al Socialismo.

Actualmente, en este 2015, la pérdida sin retorno de los bastiones del MAS: ciudad de la Paz y ciudad de El Alto, significa una gran descompensación política contra el Movimiento Al Socialismo.

En ambas urbes y barrios satélites habitan grupos sociales y comunidades indígenas que en anteriores comicios votaron por el MAS, sin embargo, los resultados electorales del pasado 29 de marzo gritan el posible fin del idilio entre movimientos sociales y el Movimiento Al Socialismo.

El ministro de Gobierno, Hugo Moldiz, acaba de sugerir “cambios” en el Movimiento Al Socialismo. Entretanto, surge la amenaza de futura ingobernabilidad en gobernaciones y alcaldías en poder del MAS y de la oposición. En otros términos una posible ingobernabilidad en Bolivia. (clovisdiazf@gmail.com)