La respuesta de Chile a una segunda nota de protesta enviada por Perú a inicios de marzo por el caso de un presunto espionaje militar no debe “sobrepasar” de esta semana, advirtió ayer el presidente peruano, Ollanta Humala. Asimismo, ha afirmado que la política de su país frente a Chile “seguirá siendo exigir las disculpas del caso” debido a que insistió en que el país andino tiene pruebas del espionaje, que se habría realizado entre el 2005 y el 2012.
“El alto espionaje está probado. También existe el reconocimiento del jefe naval de Chile de que los actos se produjeron. Hay una confesión de parte”, dijo Humala, en referencia a un mensaje telefónico atribuido al jefe de la inteligencia chilena, Óscar Aranda, donde supuestamente reconocía las irregularidades.
El diario Exitosa publicó el domingo un presunto intercambio de mensajes telefónicos entre Aranda y el jefe de inteligencia de la Armada peruana, Raúl Robles, donde el chileno atribuía la supuesta irregularidad a la demanda interpuesta por Perú en la Corte de La Haya en 2008 por los límites marítimos con Chile.