Un avión suizo impulsado por energía solar llegó ayer a China como parte de la quinta escala de su viaje alrededor del mundo sin combustible. La aeronave aterrizó en Chongqing, unas 20 horas después de salir de Myanmar.
El avión Solar Impulse 2, de fibra de carbón, de un solo asiento, tiene una envergadura de 72 metros, que es más larga que la envergadura de un Boeing 747, y pesa tanto como un automóvil. Las 17.000 células solares colocadas en el arnés de las alas almacenan la energía solar, permitiéndole volar durante la noche.