No solo importa la firmeza o la duración, este gesto también proporciona señales químicas de la otra persona que “percibimos” de forma sutil.
Cuando una persona nos da la mano para saludarnos cortésmente, valoramos al instante la forma en la que lo hace. Si la extiende con firmeza o es muy floja, si el gesto dura mucho o poco... Toda esa información forma parte de la comunicación no verbal y puede ayudar a formarnos una primera impresión del sujeto que tenemos delante. Pero un apretón de manos esconde mucho más…