PSA hallado en Alexander podría pertenecer a donante

El antígeno prostático específico (PSA), hallado en la cavidad anal del bebé Oscar Alexander y que generó la polémica versión de un abuso sexual, podría pertenecer al donante de sangre, al que la comisión de fiscales sometió a pruebas de genética, según el análisis del Colegio Médico y experto genetista.

El 16 de diciembre del año pasado, la ahora exfiscal de Distrito de La Paz, Patricia Santos, en conferencia de prensa, afirmó que uno de los datos por los cuales se concluyó que existió abuso sexual en contra del lactante de ocho meses, fue el hallazgo del PSA en las muestras biológicas recolectadas en el cuerpo.

Esto, a pesar que el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) entrega, el 02 de diciembre, un “informe pericial” en el cual se señala que debido a la “avanzada autolisis (descomposición de los tejidos)”, las muestras recolectadas en las dos primeras intervenciones forenses “no reunían las condiciones para determinar las características de las lesiones en el área del esfínter anal”, poniendo en duda la existencia de PSA y la calidad del trabajo hecho por los peritos Ángela M. y Cristian V. en las dos primeras intervenciones el 13 y 14 de noviembre de 2014.

El 24 de marzo pasado, EL DIARIO dio a conocer el informe emitido por el presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea, en el cual, además de presentar los resultados de los exámenes comparativos de ADN, efectuados por el IDIF, que descartan el contacto físico del principal sospechoso por la supuesta violación al bebé, se explicó que los informes forenses ampliados también eliminaban la posibilidad de un abuso sexual y que las dos lesiones (de uno y medio centímetro) halladas al interior del recto y el esfínter del menor, que causaron el sangrado correspondían a daños ocasionados con objetos pequeños, de características similares a las de un termómetro o sonda rectal.

Larrea, dando a conocer la posición oficial del Colegio de Médicos, ese miércoles, advirtió al Ministerio Público que los cuatro imputados por la presunta violación, tres de ellos médicos, debían ser puestos en libertad de forma inmediata y dejar que se defiendan en libertad y que los peritos y fiscales “negligentes” que dieron lugar a tanta controversia entorno de este caso, sean sancionados.

Pese a la revelación de estos datos, el viernes, el fiscal Edwin Blanco observó la solicitud de la defensa del médico Jhiery F. S. cuestionando la legalidad de estas pericias que fueron elaboradas por el mismo IDIF y entregadas a los fiscales ya el 18 de diciembre.

Sin embargo, aun si se descartara la violación, queda la duda sobre el por qué las muestras, hisopados, tomadas de la cavidad anal del bebé dieron positivo al PSA, líquido producido antes de la eyaculación en varón, si no existió abuso.

Consultados sobre estas dudas, tanto el presidente del Colegio Médico, Luis Larrea, como el director del Centro de Genética Molecular, Germán Melean, afirman, que a pesar de existir pocas probabilidades, cabe en la lógica creer que el PSA hallado en el cuerpo del menor puede pertenecer a un donante de sangre.

Primitivo C. Q. fue el donante del paquete de sangre que se empleó en la transfusión a la que tuvo que recurrir el médico del Hospital Juan XXII, Roberto G. por el sangrado “profuso” que presentaba Alexander la mañana del 13 de noviembre; esta sangre que luego de integrarse al torrente sanguíneo del menor fue la que pudo haber sido colectada en los hisopados que tomaron los peritos del IDIF.

Alexander fue derivado al Juan XXIII del Hospital del Niño, con un cuadro de “paro cardiaco revertido”, a donde llegó procedente del Hogar Virgen de Fátima por broncoaspiración sin señales de violencia, tal cual firma el reporte médico.

Hace dos semanas, Primitivo C.Q. fue sometido a una prueba de ADN, y al ser notificados varios de los abogados de los implicados afirmaron que la Fiscalía “había perdido el norte de la investigación”.

Pero en la posición de los abogados de la defensa de Jhiery F.S. la realización de esta prueba podría obedecer a que los fiscales pretenden aclarar, “de forma tardía”, ciertos datos confusos que arrojaron las pruebas de ADN del IDIF.