El Gobierno de Venezuela lanzó una campaña para exigir al Presidente de los Estados Unidos la derogación de la ley aprobada a principios de mes por la que declaró una “emergencia nacional” por la “amenaza inusual y extraordinaria” que a su juicio representa Venezuela para ese país.
La campaña se centra en recolectar 10 millones de firmas contra un decreto calificado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, como “el paso más agresivo, injusto y nefasto que jamás se haya dado contra Venezuela”.
El régimen de Maduro ha promovido, además, varias marchas y caravanas de empleados públicos para mostrar su rechazo a la orden ejecutiva emitida por la Casa Blanca, que incluye sanciones a siete funcionarios venezolanos por la supuesta violación de derechos humanos, durante las protestas antigubernamentales registradas en Venezuela en 2014.
Días atrás, el grupo Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) de Miami denunció que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha obligado a estudiantes y funcionarios públicos a firmar las cartas contra las sanciones impuestas por los Estados Unidos al país sudamericano. (El Nuevo Herald)