SALUD
La bioética ha promovido la creación de los derechos y deberes del paciente, que se observan en los seguros médicos, donde se plantea un trato horizontal entre médico y paciente. Esta rama de la ética impulsa los principios para la conducta correcta del individuo respecto a la vida, tanto de los hombres, como en animales, vegetales y el medio ambiente.
El origen etimológico de bioética proviene del bios-ethos, que se traduce como ética de la vida. El autor del término es el oncólogo Van Rensselaer Potter, quien utilizó esta nueva disciplina para unir dos mundos: el de los hechos y la ciencia con el de los valores y la ética. Una ética global que incluye al hombre, animal y medio ambiente.
La bioética en un sentido más amplio se diferencia de la ética médica, porque no sólo se limita al campo médico, sino que incluye todos los problemas éticos que tienen que ver con la vida en general. Una definición adoptada por la Unidad Regional de Bioética de la Organización Panamericana de la Salud con sede en Chile y modificada por Alfonso Llano Escobar señala lo siguiente:
“El uso creativo del diálogo inter y transdisciplinar entre ciencias de la vida y valores humanos tiene la finalidad de formular, articular y, en la medida de lo posible, resolver algunos de los problemas planteados por la investigación y la intervención, sobre la vida, el medio ambiente y el planeta Tierra”.
PRINCIPIOS
Beauchamp y Childress son dos autores que plantean que los principios fundamentales de la bioética son: autonomía, no maleficencia, beneficencia y justicia.
Autonomía.- Expresa la capacidad para darse reglas a uno mismo sin influencia de presiones externas o internas. El principio de autonomía tiene un carácter imperativo y debe respetarse como norma, excepto cuando se dan situaciones en que las personas puedan no ser autónomas (estado vegetativo o con daño cerebral, etc.), en cuyo caso se debe justificar por qué está disminuida la autonomía.
En el campo médico el consentimiento informado es la máxima expresión del principio de autonomía, se constituye en un derecho del paciente y un deber del médico, pues las preferencias y los valores del enfermo son primordiales desde el punto de vista ético y suponen que el objetivo del profesional es respetar esta autonomía porque se trata de la salud del paciente.
No maleficencia.- Abstenerse intencionadamente de realizar acciones que puedan causar daño o perjudicar a otros. En medicina este principio debe encontrar una interpretación adecuada, pues a veces las actuaciones médicas dañan para obtener un bien. El análisis de este principio va de la mano con el de beneficencia para que prevalezca el beneficio sobre el perjuicio.
Sucede que en algunas circunstancias, en la búsqueda de esa solución para el paciente se incurre en un daño, en este caso, no existe la voluntad de hacer daño, el tema pasará por evitar perjudicar innecesariamente a otros. Esto implica que el médico debe tener una formación técnica y teórica actualizada e investigar, sobre los tratamientos, procedimientos y terapias nuevas, entre otras.
Beneficencia.- Se refiere a la obligación de prevenir o aliviar el daño, para hacer el bien u otorgar beneficios, el deber de ayudar al prójimo, por encima de los intereses particulares, es decir, obrar en función del mayor beneficio posible para el paciente y el procurar el bienestar de la persona enferma.
La actividad del profesional en salud está fundamentada en el principio de beneficencia y consiste en el deber de asistir a la persona que lo necesite. Este principio se vincula con la norma moral. Debe promoverse el bien y tiene como obligaciones derivadas el brindar un servicio de calidad, con atención respetuosa, evitar el exceso de terapéutica y respetar condiciones de credos o ideologías.
En ocasiones el principio de beneficencia puede generar situaciones de dilema, donde se contraponen a la no comisión de un mal, daño o perjuicio, en estas situaciones debe primar la máxima de no causar daño, a menos que tal perjuicio esté intrínsecamente relacionado con el beneficio.
Justicia.- El principio de justicia en un sentido general está relacionado con la concepción de la salud, como un derecho humano fundamental que debe ser garantizado por la sociedad o el Estado.
Se cumple con este principio si el paciente recibe un trato justo sin negarle un servicio, una información, imponerle una responsabilidad u obligación indebida o exigirle más de lo requerido por la ley. En cuanto a indicación de exámenes, prescripción de recetas y la correcta remisión a interconsultas (se deriva a especialidades) sólo es casos estrictamente necesarios.
Los principales temas en los cuales entenderá la Bioética serán el trasplante de órganos, la eutanasia, la reproducción asistida, el aborto, la fertilización in vitro, la manipulación genética, los problemas ecológicos, del ambiente y de la biosfera, entre muchos otros.
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