Concluye Feria de la Dulce Empanada

La plaza Obispo Cárdenas del atrio de la Iglesia de La Merced, fue escenario de la Feria de la Dulce Empanada, que concluyó ayer con gran afluencia de personas, quienes dejaron casi vacíos los puestos de las expositoras.

La secretaria de la Organización de la Feria, María Eugenia Ávila, señaló que la exposición ha sido un éxito, puesto que las 17 artesanas en repostería vendieron más del noventa por ciento de sus productos.

Expresó que esta es la décimo segunda versión de la Feria de la Dulce Empanada en el atrio de la Iglesia de la Merced y se cuenta con 17 artesanas en repostería que instalaron sus puestos con una diversidad de masitas que adquieren diferentes significados en la población católica.

La dulce empanada representa las grietas y heridas de Jesús, la rosca viene a ser la corona de espinas, el vino es la sangre de Jesús y así, sucesivamente, cada masita adquiere su propia trascendencia en estos días santos.

Señaló que el objetivo de la feria es recuperar tradiciones que debido a la globalización se van perdiendo, una de ellas es la comida que data del siglo XIX, cuando la iglesia era una institución muy influyente en la sociedad paceña e impartía preceptos religiosos, sobre los platillos y bebida que se debía consumir en los días de Semana Santa.

Años atrás las emisoras radiales emitían música sacra, los cines y los pocos canales de televisión proyectaban películas referidas a la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús.

María Eugenia Ávila destacó que entre los productos que ofrecen están la dulce empanada, conocida también como “llaga de Cristo", que representa las heridas de Jesús en la cruz; las roscas simbolizan la corona de espinas; los suspiros al último suspiro que dio Cristo y el bizcochuelo a la urna que lo lleva.