Feliz Pascua de Resurrección

Hecha una pascua, llegó hasta mi escritorio mi socia periodística y pariente espiritual, dándome un abrazo muy cordial y sincero que más me pareció una “apechugada” en un callejón oscuro, que me produjo un extraño gustirriquitín muy especial, aunque no libidinoso.

Tartamudeando un poco, le agradecí a la cholita por su efusividad, aunque me explicó que no sólo me abrazaba por ser su jefe periodístico, sino también por ser su pariente espiritual y cumplido deudor financiero y regular compañero de baile con calzón.

Felices por haber cumplido con el precepto de nuestra Iglesia que dice: “Comulgar por Pascua Florida, la cholita me propuso acercarnos a algunos personajes y amigos que nos proporcionan noticias, empezando por el presidente vitalicio del Estado Plurinacional y Folclórico, Juan Evo Morales Aima, acercándonos al Palacio “Kesti” (léase Quemado) donde una de sus secretarias, Hillary Mamani, nos dijo que el Presi andaba muy ocupado en tratar de disimular su derrota en varios departamentos y ciudades del país y que también se hallaba manipulando algunos cómputos para hacer menos desastrosa su derrota de marzo.

La cholita periodista y yo comprendimos la imposibilidad de abrazar por la Pascua al Primer Mandamás, aunque la Sra. Hillary nos propuso la alternativa de abrazar al hermano del presidente Evo, quien se hallaba curando su “chaky” en las dependencias palaciegas, donde ya había ingerido varios platos de “alka seltzer con mote”, o sea: fricasé o fricacho. La fama de golpeador de mujeres adjudicada al mencionado ciudadano nos impelió a rechazar la posibilidad de felicitarle por Pascua.

Fracasado nuestro propósito de felicitar por Pascua al presidente Evo, nos retiramos del “Kesty-Palacio”.

La imaginativa cholita cochabambina me llevó en acto seguido hasta el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde manda y ordena el presidente de la Cumbre de Yatiris, el inefable brujo andino David Choquehuanca, a quien sus íntimos del dicen “Choky”; fue así que Macacha me condujo a la Cancillería, mientras ella me decía muy ufana “ya verá usted, jefecito, qué gran tipo es Choky, canciller vitalicio del Evo”. Después de cruzar varios salones alfombrados y pasillos tras los cuales esconden sus despachos muchos aprendices de brujos, salió una dama y le dijo a mi comadre: “Cholita, el Canciller está muy ocupado preparando la Cumbre de las Américas que se realizará próximamente en Panamá, donde deberá brillar nuestro Presidente Evo; por lo tanto su abrazo pascual será recibido por el Tercer Secretario del Director de Protocolo”.

La cholita Macacha y yo abandonamos los salones de Choky y nos retiramos sin decir palabra.

De esa manera desistimos de abrazar por la Pascua de Resurrección a quienes están tan arriba y abrazamos a nuestros lectores que junto a nosotros estamos muy felices abajo, pero sin remordimientos de conciencia, como muchos.