EL DIARIO, un compromiso de lealtad con la Patria

El 5 de abril de 1904, en la Casa Solariega No. 5 de la calle Illimani, de la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, nació el matutino EL DIARIO. El taller estaba conformado por 4 cajistas, dos armadores, un prensista y 4 compaginadores. La primera prensa fue una plana de marca “Marioni” impulsada manualmente. En su personal de planta figuraban destacados ciudadanos como Walter Carvajal, Tomás Manuel Elío, Luis Espinoza, César A. Silva y los escritores Fabián Vaca Chávez, Abel Alarcón, Armando Chirveches y Juan Francisco Bedregal como columnistas.

El fundador era el notable intelectual de su época, Dr. José Carrasco Torrico, del cual el escritor Eduardo Diez de Medina decía: “Es un hombre con palabras suaves y consciente al exponer sus planes, disipaba temores, alentaba nobles ideales de renovación, soñando en un porvenir más halagüeño para la Patria”.

El primer editorial reflejaba esa mentalidad constructiva y desapasionada para honrar y trabajar por una Bolivia digna de mejor destino: “EL DIARIO ama a la Patria por encima de los partidos y por ella, por sus intereses bien entendidos, sacrificará vida, reposo o cualquier otra situación”. “No venimos a destruir a nadie, sino a vivir en lo bueno y verdadero rectificando lo desvíos”. “No aspiramos a otra cosa que a sostener con imparcialidad los verdaderos intereses. Nace libre, es bandera, no es pedestal ni escala”.

Unas líneas del subeditorial expresaban: “Para ser libre, es necesario saber por qué debe serlo. Sacar a las masas de la ignorancia, ilustrarlas, no exacerbarlas, dirigirlas, no extraviarlas, enseñarles sus derechos y mostrarles sus deberes”.

¿Acaso lo anterior, desde aquellos años, no constituía un reclamo para que los gobiernos dirigieran sus actos de gobierno a superar la miseria en que vivían y viven actualmente los pueblos indígena-campesinos de tierras bajas y de tierras altas?

En sus primeras ediciones, su fundador, Dr. José Carrasco Torrico, exponía fragmentos de su obra “Bolivia ante la Liga de las Naciones”, la cual es el mejor alegato histórico-jurídico para defender nuestro cautivo Litoral en poder de Chile.

En 1925, al cumplirse el Centenario de la República, EL DIARIO en su edición extraordinaria puntualizaba: “Hacemos un llamado a la sensatez de todos los bolivianos para que los errores de ayer y de hoy alienten nuestra voluntad de enmendarlos. Que las desgracias de la Patria, fruto de tantas discordias civiles, encuentren en nosotros y en los hombres de mañana, el propósito firme de orientar la política de Bolivia hacia finalidades más puras”.

Durante la Guerra del Chaco (1931-1935) muchos jóvenes fueron a los campos de batalla para defender la heredad nacional y entre ellos estuvieron tres miembros de la familia Carrasco: Luis Carrasco Jiménez, Mario y Jorge Carrasco Villalobos, herederos del patriotismo que les fuera inculcado por su antecesor don José Carrasco Torrico.

Durante el gobierno del Tcnl. Gualberto Villarroel (1945), se organizó el Primer Congreso Indígena que demandó la abolición del pongueaje y el mitanaje. EL DIARIO celebró este acontecimiento al señalar: “Las mujeres y los hombres del campo deben ser incorporados a los derechos ciudadanos porque como bolivianos, son iguales ante Dios y ante la ley”.

El 5 de abril de 1964, las FFAA condecoraron al Decano de la Prensa Nacional con la “Orden al Mérito Militar en el Grado de Gran Oficial”, por haber levantado la moral de los bolivianos que defendieron la Patria en el Acre, Manuripi y el Chaco Boreal.

Desde sus primeras ediciones, EL DIARIO demandó a los gobiernos la transformación de nuestros recursos naturales y el fortalecimiento de estructuras productivas para fortalecer la economía de Bolivia y sus propuestas están registradas en las miles de páginas de sus ediciones diarias, que se las guarda en hemerotecas del país. El editorial del 1/8/1996, señalaba: “La temática en el momento es la necesidad de exportar, empero, ocurre que para hacerlo, se precisa indiscutiblemente de productos y para que ellos sean competitivos y en escala suficiente, las industrias son indispensables. Los gobiernos no han comprendido que es importante crear las condiciones para las inversiones”.

Como las libertades de pensamiento, de información y de expresión son las piedras angulares de la democracia, EL DIARIO ha opuesto tenaz resistencia a la modificación del Art. 264 del Código de Procedimiento Penal y paralelamente ha defendido la Ley de Imprenta y el Tribunal de Imprenta en defensa del esforzado y sacrificado trabajo de los periodistas de todo el país.

EL DIARIO al cabo de 111 años de existencia, gracias a cinco generaciones de la familia Carrasco, sigue siendo escuela y universidad del pensamiento libre, lo que ha permitido que las mil y un vigilias de sus redactores de ayer y de hoy, siempre apegados a la verdad y a la dignidad, hayan forjado una legión de luchadores al servicio de la Patria y de las libertades ciudadanas hasta hacer confiables y creíbles sus columnas y sus informaciones.

Que mejor honra les ha deparado el destino a estos trabajadores del pensamiento libre, que también se extiende a los trabajadores administrativos y obreros de planta de EL DIARIO, un matutino que dignifica a la prensa libre de esta Bolivia digna de mejor destino.