En la historia de las naciones, es un hecho que los gobiernos están ligados a la libre expresión de los pueblos para conseguir el bien común. Se ha comprobado, en múltiples oportunidades, que los pueblos, directamente o a través de los medios de comunicación, precisan hacer conocer sus sentimientos mediante su libre expresión sin tapujos ni condiciones, sin frenos ni controles de ninguna clase.
Para los medios y quienes trabajan en ellos, la libre expresión es la manifestación de los sentimientos de una comunidad, de una nación, de un estado de opresión o carencia de libertad en que se encuentren muchas organizaciones o conjunto de personas; la libertad de expresión se ha convertido en la principal arma contra gobiernos dictatoriales o regímenes de oprobio que tuvo la humanidad; en otras palabras, no siempre ha sido fácil ocultar la verdad reinante en cualquier situación y que, por diversos medios, ha sido ocultada, prohibida su difusión, congelados los medios que podían servir para hacerlas públicas.
La trilogía: pueblo, gobierno y libertad de pensamiento y expresión ha sido fundamental en la vida de las naciones porque gobernantes honestos y responsables, conjuntamente sus pueblos, han podido expresar realidades para superar sus dificultades, para vencer condiciones críticas en que muchas comunidades se han desenvuelto, para mostrar injusticias o hechos contrarios a los derechos humanos que han padecido algunos pueblos.
La libertad de expresión es de vital importancia para los gobiernos porque ven en ella la salvaguarda de todo lo bueno que hagan en su administración, es portavoz de la historia de autoridades y pueblos, es medio para dar a conocer medidas y disposiciones que permitan una mejor vida y para fortalecer los principios de libertad y justicia. Así, sin medios y periodistas libres e independientes, muchas realidades quedarán ocultas porque contienen hechos contrarios al bien común, verdades que no pueden ser divulgadas porque no conviene a regímenes que las ocultan.
Es de vital importancia que los gobiernos que actúen dentro de los parámetros de la democracia, de las constituciones y leyes que rijan en sus países, cuenten con medios responsables que muestren los aciertos y los errores de las autoridades y de cualquier entidad o institución que, por principio, se deba al bien común. En las últimas décadas, especialmente por las experiencias habidas, hay una conciencia similar en los medios de comunicación y periodistas: actuar con apego a la verdad y con responsabilidad, actuar bajo el principio de que la comunicación social es portadora de los sentimientos del ser humano; es, además, salvaguarda de valores y principios que rigen la vida de los hombres. Y esos sentimientos hacen creíbles y constructivos a los gobiernos que rigen la vida de los pueblos porque ellos también creen en la importancia de la libertad de expresión como medio de servicio al bien común.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |