Brasil y Argentina con cero crecimiento

De acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Bolivia lidera la región en crecimiento económico, siguiéndole Paraguay y Uruguay, pero sus socios principales, Brasil y Argentina, no tienen la misma suerte, y uno de ellos decrecerá y el segundo registrará una expansión de cero. La entidad internacional con sede en Santiago de Chile, en su informe sobre la proyección de Latinoamérica y el Caribe, muestra una disminución promedio del crecimiento de la región de 2 a 1 por ciento en el año en curso. Mientras se estima que Sudamérica no crecerá y se estanca su actividad económica.

PANORAMA DESALENTADOR

Los últimos datos presentados por la Cepal muestran un panorama poco alentador para las economías de la región. Venezuela presenta un cuadro negativo, ya que estima un crecimiento negativo de -3,5 por ciento, similar situación pasa con Brasil que se proyecta hacia -0,9 por ciento, y Argentina con cero por ciento.

La Cepal ha revisado a la baja la proyección del crecimiento económico de la región para 2015, estimado en 1,0 % el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) regional, dijo el organismo de las Naciones Unidas en un comunicado de prensa.

DINÁMICA MENOR

Esa revisión refleja un entorno global caracterizado por una dinámica económica menor a la esperada a fines de 2014. Con excepción de Estados Unidos, las proyecciones de crecimiento han sido revisadas a la baja en los países industrializados, y las economías emergentes se siguen desacelerando. Se espera que la región logre mantener el crecimiento económico en torno a los niveles registrados en 2014 (1,1% según el informe anual de la Cepal Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2014).

A nivel subregional, el organismo de Naciones Unidas proyecta una tasa de crecimiento cercana a cero para América del Sur, mientras que en Centroamérica y México alcanzaría 3,2% y en el Caribe 1,9%.

VOLATILIDAD FINANCIERA

Al menor crecimiento de la economía mundial se suma una mayor volatilidad financiera internacional producto de una política monetaria muy expansiva en Europa y Japón, al tiempo que se anticipa un alza en las tasas de interés en Estados Unidos. Por otro lado, el fin del llamado “superciclo” de precios de los bienes primarios afecta negativamente a varios países de la región.

Las particularidades de las economías de la región, en términos de sus estructuras económicas y sus formas de inserción en la economía mundial, dan cuenta de una importante heterogeneidad en la intensidad y forma en que los choques externos las han afectado. Las proyecciones de crecimiento de las economías especializadas en la producción de bienes primarios, en especial petróleo y minerales, son las que han experimentado las mayores bajas (Sudamérica y Trinidad y Tobago), mientras que aquellas con mayor vinculación a la economía de Estados Unidos, y que se benefician de la caída del precio del crudo registran las mejores proyecciones: Centroamérica y el Caribe de habla inglesa.

Los países que liderarán la expansión regional durante 2015 serán Panamá con un alza en el PIB de 6,0%, Antigua y Barbuda (5,4%) y Bolivia, Nicaragua y República Dominicana (5,0%).

MERCADO INTERNO

Bolivia toma sus previsiones para crecer 5 por ciento. Y para ello se ha propuesto aumentar la inversión pública, de $us 6.179 millones a alrededor de $us 8.000 millones. Los recursos serían destinados al sector productivo.

La baja del precio del petróleo reducirá sus ingresos, y a pesar de ello aumentará el gasto público. En los últimos días informó de créditos bilaterales, a los que podría acceder, y en especial, el que tendría “ilimitado” con un Banco de Japón.

China también es otra opción para obtener recursos, que serían destinados a infraestructura, en especial a la construcción de carreteras.

La economía boliviana muestra estabilidad, y por ello los organismos internacionales abren las puertas para ofrecer recursos. La política del Gobierno no se modificará para encarar la crisis empero -todo lo contrario- apostará nuevamente al mercado interno para crecer y a las inversiones estatales para mantener el dinamismo de la economía.