Falta de gobernabilidad

En la actualidad, el país está comenzando a entender el proceso de cambio, comparable con el reloj de la plaza Murillo, es decir el cambio del retroceso. Tiene una particularidad, todos los niveles del Gobierno y las organizaciones que los apoyan sólo demuestran repeticiones de lo que el Presidente dice en sus discursos. Tal ejemplo es seguido por todos ellos y se refiere a decir constantemente que los neoliberales, derechistas, corruptos de los anteriores gobiernos son culpables de toda “metida de pata” de las actuales autoridades, mientras sus llunkus repiten casi todas las partes de esos discursos.

Ahora bien, poco a poco vamos encontrando verdades que saltan a la luz del día; primero, es necesario recordarles a los gobernantes que el Estado es un mal administrador, como ocurre, por ejemplo, en Cartonbol, Papelbol, Enatex y seguramente algunas otras que van en descenso, con miras a una quiebra inminente, y el Gobierno, deseando disimular, dispone para la rehabilitación de tales empresas recursos que son creados por los bolivianos. Las empresas indicadas, que en principio se dijo que crearían mayor cantidad de empleo, inician su rehabilitación, con una inyección de 20 millones de dólares a Enatex, y despidiendo a más de 200 trabajadores, se dice que para bajar costos. Pero para la comercialización de los productos textiles se debe erradicar la venta de ropa usada; sólo de esa manera, desde las pequeñas empresas del rubro tendrán realmente ventas que cubran los costos y no serán subvencionadas continuamente, para dar una imagen falsa de la situación.

En otros casos, la corrupción en las empresas da lugar a la quiebra; la población ignora los hechos porque todo se tapa, como los grandes contrabandos (33 camiones desaparecidos), los contratos para alimentación en la aerolínea BoA, los pagos indebidos por parte de YPFB a las petroleras extranjeras, la sustracción de llantas de los almacenes de YPFB, el caso del terrorismo, que tiene mucho que ver con un montaje del Gobierno, la famosa distribución de recursos del Fondo Indígena y otros, los que casi siempre son tapados o desaparecen sin mención alguna, cuando se trata de actores del Gobierno, pero cuando no son del oficialismo, se los quiere destruir a como dé lugar, sin importar cómo.

Otro problema muy importante es el de los mineros cooperativistas, que desean cubrir el déficit creado por la baja del precio del estaño, que de $us 10 y fracción por libra fina, en la actualidad tiene un valor de $us 7, lo que quiere decir que se produce el mineral con un valor mayor. El Gobierno dice que se transferirá recursos para solventar la baja y reforzar la producción, pero es importante hacer notar que el número de cooperativistas es tan enorme que ningún soporte podrá dar una solución a la baja de precios de los minerales.

También la minería soportada por el Gobierno (COMIBOL) tiene un grave problema por la enorme cantidad de trabajadores amparados por la empresa, que también elevan el costo de producción, aunque los precios de venta continúan en una constante baja.

Asimismo, “el abandono a productores de quinua y otros sectores pone en descubierto las grandes falencias del Estado en cuanto a políticas de promoción productiva” (EL DIARIO, 29/4/15); pese a haber acuerdos comerciales los resultados son negativos.

El Ministerio Anticorrupción está muy lejos de dar solución a numerosos hechos de corrupción, que día a día van en aumento, seguramente ese es el motivo por el cual no puede salir con resultados positivos. Al respecto, es bueno reproducir algo de un artículo publicado “… el cambio para vivir bien resultó peor que la enfermedad, puesto que corrupción, delincuencia, coca excedentaria, cocaína y narcotráfico se multiplican de manera impresionante”.

Como se verá, todo va en aumento, especialmente la corrupción, producto de la política equivocada del Gobierno, donde por la incapacidad de ciertos sectores sólo se culpa a la derecha, al neoliberalismo, al terrorismo, sin darse cuenta de que todo está orquestado para salir de la maraña en que se encuentran.

Sabemos que todo es porque hay un desgobierno, ya que o nos dedicamos a viajar constantemente o gobernamos. Un Presidente debe gobernar y no dedicarse a viajar.