Es por demás conocido que el Ministro de Hacienda aseguró que la economía del país está “blindada” contra toda clase de peligros y que si existieran algunos de éstos, los efectos serían mínimos y el país seguirá viviendo poco menos que en la “bonanza” creada por el “proceso de cambio”. Esa aseveración está ahora sometida a la prueba de fuego de la práctica y sus resultados no tardarán en ser conocidos por la opinión pública, la misma que podrá comprobar en esa forma si la aseveración es verídica o falsa.
En todo caso, lo que se pregunta la población (que se encuentra en vilo por la abrupta caída de los precios de las materias primas en el mercado internacional) es en qué consiste y qué características tiene el “blindaje” al que hacen referencia las autoridades estatales.
Según los economistas nacionales y extranjeros, el referido blindaje que tiene el Estado boliviano consistiría principalmente en las reservas del Banco Central que llegarían a los 14 mil millones de dólares, a los que se podría recurrir en caso de dificultades extremas. Al respecto, sería oportuno que el mismo Banco Central explique a la opinión pública cómo están constituidas esas reservas, cuál es su origen, si están disponibles en su totalidad y en qué proporción pueden ser utilizadas, aspectos acerca de los cuales esa entidad guarda estricto secreto.
Pero, siempre según nuestros economistas, el Estado tiene varios ingresos importantes de origen externo, para asegurar su liquidez. El primero sería el narcotráfico que superaría los mil millones de dólares. El segundo sería el ingreso a la economía nacional de las remesas enviadas por trabajadores bolivianos radicados en el exterior, con algo más de mil millones de dólares al año, todo lo cual sumaría más de dos mil millones de dólares.
Aparte de esos ingresos, se debe considerar importantes ingresos por las altas cotizaciones de materias primas como el gas, por una cantidad de alrededor de ocho mil millones de dólares al año. Finalmente, se encuentran los ingresos como producto del contrabando, que son también considerables y permiten movilizar la economía en términos optimistas.
Los cuatro “pilares” citados formarían la base principal del “blindaje” de la economía, pero se debe considerar que éste se ha debilitado en meses recientes por la caída de los precios de las materias primas, mientras los referidos al narcotráfico, contrabando, remesas y otros menores no registraron modificaciones sustanciales, por lo que la protección de la economía estaría asegurada por lo menos en gran proporción, ya que los otros tres aspectos no sufrirán variaciones sustanciales e inclusive tienen tendencia a crecer de acuerdo con aspectos de la demanda internacional.
El aspecto más preocupante para el “blindaje” estaría en la caída del precio del petróleo, que ya está afectando a las exportaciones, pues, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), las ventas al exterior, que en enero de 2014 alcanzaron a los 1.020 millones de dólares, en el mismo período de 2015 cayeron a 795 millones. Igualmente, el IDH registra una disminución del 12 por ciento.
Finalmente, esferas oficialistas anunciaron la realización de una “Cumbre Agropecuaria” en Santa Cruz a fines de abril para que los empresarios agricultores colaboren a evitar la debilitación del “blindaje” y cerrar el abismo que está creando el derrumbe de los precios de las materias primas, que, al parecer, se profundizará y será de larga duración.
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