¿Machismo contra Chapetón?

La diputada de Unidad Demócrata (UD), Lourdes Millares, lamentó la vulneración de la clase política sobre la violencia en razón de género y, en general, sobre la mujer y sus derechos, poniendo énfasis en la alusión del Presidente al decir que no trabajará con la única Alcaldesa electa de Bolivia como es Soledad Chapetón.

Millares señaló que esa es una muestra clara del machismo que impera en el país pese a que se avanzó mucho en temas legislativos y de paridad.

Para el analista Iván Arias, la postura del Primer Mandatario, más que machismo denota despotismo intolerancia y falta de madurez democrática.

Manifestó que si bien algunas de las características típicas del machismo se aplican a los líderes autoritarios, las declaraciones del Presidente están referidas no solo a Chapetón sino a todos los líderes locales opositores que lo han derrotado en octubre de 2015.

De acuerdo a Millares existe machismo secante y discriminatorio en el país, siendo que hay conductas que rayan de isógonas en términos de un rechazo y desprecio a las mujeres y el hecho de que el Presidente declare que va a trabajar con todas las autoridades electas, menos con Soledad Chapetón, siendo que es la única mujer electa, en el último proceso electoral.

“Resulta que él es la primera autoridad en nuestro país que no va a trabajar con ella por su condición de mujer porque las mujeres no somos ciudadanos bolivianos, ¿no tenemos derechos?”, se cuestionó.

La legisladora dijo que hay mucho por avanzar, ya que hay machismo en los hogares, instituciones públicas y privadas y en la misma Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), así como en el Gobierno Central.

En ese marco explicó que esa es una tarea que todavía está pendiente en todos los bolivianos para que se vea a hombres y mujeres como iguales.

“Tenemos que educar y sobre¨todo sancionar drásticamente la manifestación machista porque si bien es cierto que se sanciona la violencia, incluso la política, se permite y se naturaliza las actitudes machistas en el propio lenguaje común al decir, por ejemplo, ¡hay que podías esperar es mujer!, con una naturalidad absoluta, entonces creo que hay que sancionar, educar y construir una cultura clara de igualdad de derechos y oportunidades en el país porque eso está incluido en las leyes pero en la práctica las mujeres aun sufrimos discriminación por el solo hecho de ser mujeres”, lamentó.

Aseguró que en la Cámara Baja, pese a que la primera autoridad es mujer, el rol de las mujeres sobre todo en la bancada del oficialismo con excepción de cuatro a cinco que son las que intervienen o cuestionan, el resto de las mujeres lo único que hacen es dar por aprobado todo lo que viene del ejecutivo. “Entonces esa actitud de servilismo, esa que llaman orgánica o disciplina partidaria no está permitiendo el desarrollo de legislar”, afirmó.