Chuquisaca entre la guerra y la paz

En este contexto, se juega sin lugar a dudas, algo más que la razón o la sinrazón de dos políticos que aspiran a la Gobernación chuquisaqueña. Está en juego, la fortaleza del Movimiento Al Socialismo en la parte occidental de nuestro país.


DAMIÁN CONDORI Y LINO VILLCA PERTENECÍAN, COMO HOY ESTEBAN URQUIZU, AL MAS. FENÓMENO DE DISIDENTES QUE SE REPITE MUY A MENUDO DESPUÉS DE LOS COMICIOS REGIONALES 2015.

La segunda vuelta electoral en Chuquisaca se ha convertido en la razón de ser de dos fracciones antagónicas de una misma tienda. Una que obedece al partido de gobierno y que está expresada en ratificar “la victoria” del candidato oficial Esteban Urquizu; otra bajo la bandera disidente de Damián Condori quien afirma ganaría la Gobernación en la segunda oportunidad.

Es muy probable la suspensión de la segunda vuelta en el departamento de Chuquisaca, factor que enfrentaría, tal vez, hasta físicamente, a las dos fracciones hoy enemigas y que sin embargo nacieron en el Movimiento Al Socialismo.

En este contexto, se juega sin lugar a dudas, algo más que la razón o la sinrazón de dos políticos que aspiran a la Gobernación chuquisaqueña. Está en juego, la fortaleza del Movimiento Al Socialismo en la parte occidental de nuestro país.

Es evidente, que el oficialismo ha sufrido una derrota política y de liderazgo en el principal departamento que había apoyado fielmente al MAS, en el lapso de 2005 al 2014. Más de una década y elección tras elección, La Paz y El Alto, las dos ciudades de mayor población, habían favorecido con su voto al partido en el poder.

Empero, desde el 29 de marzo 2015, el departamento de La Paz arrió parte de las banderas y generó realmente una situación incómoda a la cúpula del MAS pues, el voto castigo, en los hechos, constituye una ruptura histórica de algunos movimientos sociales y sobre todo campesinos, con el liderazgo concentrado en el MAS.

El puente geopolítico interno La Paz,Oruro, Potosí, Chuquisaca se rompió en los comicios regionales del 29 de marzo pasado, debilitando a la vez, la influencia del oficialismo en los departamentos de Tarija, Santa Cruz y Beni.

Existiría, por lo tanto, una fuerte tendencia a aislar en los meses venideros, los caminos que conducen a la gobernabilidad y que, si el partido de gobierno no frena o desvía estas tendencias en el plano del diálogo, el futuro sería incierto.

Una probable segunda vuelta en el departamento del Beni, si es positiva para la agrupación Nacer y deficitaria para el MAS empeoraría la delicada situación que aflige a la sociedad boliviana.

Esta especie de rebelión pacífica en el departamento de Chuquisaca podría evolucionar hacia actitudes no pacíficas si persistiera, por ejemplo, el caos en el Tribunal Supremo Electoral y las fallas denunciadas públicamente contra los Tribunales Departamentales Electorales.

Si triunfa la insistencia en negar una segunda vuelta a los disidentes encarnados en la persona de Damián Condori y su aliado el FRI, tal vez, Chuquisaca sea escenario de una guerra política y de ninguna manera, un espacio de paz y del diálogo. (Clovis Díaz)(clovisdiazf@gmail.com).

 
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