Cartas
Señor Director:
En 1955, durante el gobierno del Dr. Víctor Paz Estenssoro, se dictó un decreto supremo para que el 12 de abril sea el Día del Niño, un ser que siendo indefenso, suele ser víctima de maltrato y explotación.
Muchos niños hoy trabajan en duras faenas, a veces dentro del hogar mismo, en las minas y otros centros laborales, para llevar sustento a sus familias. Es importante saber que un niño necesita para su desarrollo alimentos nutritivos, que deben ser proveídos por sus padres. La falta de un hogar estable influye en forma negativa en el niño, haciéndolo sentir que no es amado como los demás.
Un niño que vive en una casa donde sus padres están poco tiempo, prefiere ir a la calle; uno que nunca es escuchado por sus padres buscará a alguien que lo escuche, aunque sea mal consejero. Hay muchos niños héroes, como Juancito Pinto, el tambor de los valerosos “Colorados de Bolivia”; Genoveva Ríos, la niña que salvó nuestra bandera de la furia araucana en la toma de Antofagasta, y hoy muchos niños son héroes en silencio y son ejemplo para los demás.
En cada hombre retoza el espíritu de un niño con su inocencia y su ternura. Cristo dijo: “dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”. Hoy pedimos a las autoridades y padres de familia respeto a los derechos universales del niño.
También el niño tiene derecho a ser bautizado y recibir sacramentos, a aprender idiomas, a ser protegido por todos los ciudadanos, a desarrollar su talento artístico, a vivir libremente, aprendiendo a leer por medio de la Biblia, periódicos y libros adecuados a su edad…
¡Felicidades a todos los niños y niñas de Bolivia!
David Espejo
O.F.S.
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