El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, notificó ayer al Congreso su intención de sacar a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, un paso clave -y largamente esperado- en el proceso de normalización de relaciones con la isla iniciado el 17 de diciembre.
La decisión tiene lugar tres días después de la histórica reunión de Obama con el presidente cubano, Raúl Castro, en Panamá, durante la Cumbre de las Américas. La cita, el primer encuentro formal entre un Presidente estadounidense y uno cubano en más de medio siglo, escenificó un cambio radical de política bilateral apuntalado ahora con la decisión de Obama.
La Habana no ha tardado en saludar el anuncio de Obama como una decisión “justa”.