Protestas en apoyo a trabajadores de Manaco

Quillacollo, (EL DIARIO).- Miles de trabajadores fabriles marcharon ayer en Quillacollo respaldando el pedido de los obreros de la fábrica Manaco, quienes continúan en huelga de brazos caídos exigiendo que la empresa reactive la sección de curtiembre.

Con pancartas, petardos y cajones, los 98 sindicatos afiliados a la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba recorrieron las principales calles y avenidas del municipio para luego concentrarse en la plaza Bolívar donde pidieron una solución al conflicto que se agrava y quemaron un ataúd en señal de protesta.

Con pancartas, petardos y cajones, los 98 sindicatos afiliados a la Federación de Trabajadores Fabriles de Cochabamba, recorrieron las principales calles y avenidas del municipio para luego concentrarse en la plaza Bolívar donde pidieron una solución al conflicto que se agrava y quemaron un ataúd en señal de protesta.

“No vamos a dejar que nuestros compañeros estén siendo pisoteados, como fabriles respaldamos su pedido y estamos movilizados, por primera vez la Federación de Fabriles en Quillacollo”, señaló el ejecutivo de los trabajadores fabriles, Mario Céspedes.

Insistió en que la empresa debe cumplir el laudo arbitral que instruye la reactivación de la sección de curtiembres cerrada hace varios años que derivó en que más de 60 empleados sean reubicados en otras áreas de la fábrica que importa materia prima de Chile para la confección de calzados.

“Se tiene que reactivar la sección de curtiembre porque es el principio, la identidad de Manaco, no queremos basura sino calzados de calidad y así calificar la mano obrera de los trabajadores, quien no utiliza esta marca, hasta el Presidente”, manifestó.

Por su parte, el dirigente de los trabajadores de Manaco, Marco Siles, informó que ayer se cumplieron diez días de huelga de brazos caídos en la empresa sin que los ejecutivos hayan dado ninguna respuesta favorable a su demanda. En la fábrica continúan en vigilia y sus esposas se sumaron al pedido instalando ollas en común para acompañar a los trabajadores.

“Estamos cansados ya de estos mentirosos, no vamos a negociar con estas personas que están desinformando a la población indicando que la curtiembre contamina el medioambiente por no querer invertir, por seguir trayendo material del exterior cuando aquí tenemos calidad”, indicó.