Distorsionadas estadísticas mineras

Las estadísticas mineras elaboradas por el Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) fueron confiables hasta el año 2011. Desde 2012 la exportación de oro no producido en el país subió en forma extraordinaria, inflando los valores de la exportación minera, de la exportación nacional y en mayor medida del PIB. Al tomar decisiones incoherentes que se explicará después, el MMM desvirtuó también sus sistemas de registro de datos.

Veamos la evolución de la producción, exportación y precio del oro en el período 2010-2014. La producción y exportación en toneladas finas, el valor exportado en millones de dólares y el precio en dólares por onza troy.

Como se aprecia, la producción de concentrados se registró en forma normal hasta 2012, cuando por primera vez la exportación la triplicó contra toda lógica (no puede exportarse lo no producido) y el valor de la exportación de oro subió en un año en casi 13 veces. Por las observaciones realizadas por un diputado y para tratar de salvar la incongruencia anotada, desde 2013 y contra toda racionalidad en el MMM se incluyó en los concentrados a las amalgamas y desperdicios, así como a la “producción de oro metálico de empresas que anteriormente registraban como desperdicios y que actualmente están con la nandina de oro metálico”. Debemos ser el único país que considera al oro metálico como concentrado. El 2014 marcó un record de “producción” y exportación de oro, a pesar de haber bajado su precio.

La Nandina (Nomenclatura Común de la Comunidad Andina) en su estructura arancelaria tiene una sub-partida que contempla desperdicios y desechos de metales preciosos (oro, platino, plata, paladio y rodio). Por su manejo y tratamiento sencillos, no pueden existir desperdicios ni desechos de oro.

En lo que al pago de regalías toca, el oro irregularmente exportado pagó erróneamente una regalía del 2,5% establecido en el Artículo 227 de la Ley de Minería 535 (28/05/14) para “Oro en estado natural o en escama proveniente de yacimientos marginales operados por la minería de pequeña escala”. El oro exportado no tiene las características ni la escala de explotación señaladas. El mismo artículo indica claramente que debe pagarse una regalía del 7% (con un precio mayor a 700 $us/OT) por el “Oro en estado natural, pre-concentrado, desperdicios y desechos, concentrado, precipitado, amalgamas, granallas, bullón o barra fundida y lingote refinado”. Una estructura arancelaria que además no se refiere específicamente al oro, no puede estar por encima de una ley del país.

Hasta 2012 el MMM consideraba para las estadísticas tres sectores: Minería Estatal, Minería Mediana y Minería Chica y Cooperativas. Habiendo estallado el problema, sin razón alguna desde 2013 considera Minería Estatal, Minería Privada y Minería Cooperativa, fusionando al sector minero más importante en la producción, exportación y pago de tributos (Minería Mediana) con la Minería Chica y atribuyéndole la “producción” y exportación del oro irregular. Es preferible considerar por separado a los cuatro sectores.

Según las estadísticas del MMM en 2012 y 2014 el oro fue el principal mineral de exportación, sin que se hubieran realizado inversiones para elevar tanto su producción. Además de la regalía mal pagada, las empresas que lo exportaron no pagaron el Impuesto a la Utilidad de las Empresas del 37,5%, dejando de percibir el Estado enormes recaudaciones. El valor del oro irregularmente exportado debe ser de por lo menos unos 1.000 M$us, en cuyo caso la evasión regalitaria sería de 45 M$us y la evasión del IUE mucho mayor.

El periódico digital peruano Ojo Público en el artículo Los vuelos secretos del oro ilegal (05/12/14) indica que “Vuelos comerciales de Bolivia ingresaron 35 toneladas de oro de origen sospechoso por el aeropuerto Jorge Chávez en el último año”, que “El oro, ingresado como contrabando y acopiado por las compañías de La Paz, fue extraído de los centros de la minería ilegal de Madre de Dios, Puno y otras regiones del sur”. Identificó a un grupo de 21 compañías bolivianas dueñas de las 35 toneladas de oro enviadas a Lima, así como a 5 refinerías estadounidenses a donde va el oro. Indica que “El desvío del metal a Bolivia coincidió con el fin de la época de bonanza de las compañías fantasmas creadas en Lima hasta el 2013 para enviar oro” a refinerías del exterior. Indica sospechas de lavado de dinero en el negocio.

La minería ilegal (generalmente artesanal) practicada en zonas remotas del sur del Perú extrayendo oro, evade las normas ambientales, sociales y económicas, por lo que es muy combatida.

Es urgente corregir estas distorsionadas estadísticas mineras (y nacionales).