Buscando la verdad
La ansiada Cumbre Agropecuaria finalmente fue fijada para el 21 y 22 de abril de 2015, un evento trascendental que podría partir en dos la historia agroproductiva de Bolivia y marcar un antes y un después para -avanzar o retroceder- dependiendo si las cosas salen bien o no.
La Cumbre Agropecuaria no sólo es importante en función de la preocupación del presidente Evo Morales, de ver cómo salvar la crisis que puede sobrevenir si las exportaciones del país siguen cayendo por la baja del precio de las materias primas, sino también, por la posibilidad de convertir a Bolivia en un granero, como señala el vicepresidente Álvaro García Linera.
En función de ello, bueno será que el Gobierno considere los siguientes elementos para tomar las mejores decisiones: 1) Bolivia tiene el potencial agroproductivo más que suficiente para lograr su soberanía alimentaria total, sólo falta el trigo; 2) La demanda mundial de alimentos es creciente y en el momento más de 800 millones de personas sufren hambre; 3) Santa Cruz es el bastión de la producción agrícola del país, aportando con el 70% de los alimentos que consume Bolivia y con 90% de las agroexportaciones, significando más de 1.000 millones de dólares anuales; 4) Si existe un modelo agroproductivo que funciona, que es sostenible, que genera centenares de miles de empleos y alimenta a millones en Bolivia y en el mundo…¡es el cruceño!
Por tanto, en la perspectiva de consolidar la soberanía alimentaria; de ayudar a que haya menos gente con hambre en el planeta; de generar muchísimos más ingresos que el gas y un millón de nuevos empleos haciendo crecer el PIB boliviano como nunca antes en la historia, no hay lugar a equivocarse…
“Sembrando Bolivia” es el slogan de la Cumbre Agropecuaria. Ojalá que sea un evento donde -en lugar de dudas- se siembre certezas a través de las señales que el sector agroproductivo está esperando para invertir los 13.000 millones de dólares comprometidos en función de la Bolivia digna, productiva, exportadora y soberana -con inclusión social- que todos anhelamos.
Para reducir la pobreza relativa y abatir la pobreza extrema en Bolivia, acoplando la Agenda Patriótica del Bicentenario 2025 con la Agenda Agroproductiva 2025 a fin de triplicar la producción de alimentos hasta 45 millones de toneladas en diez años, de la Cumbre Agropecuaria debería salir como buena siembra: seguridad jurídica para la tierra e inversión agrícola; uso de biotecnología; no restringir la exportación de alimentos y mejor infraestructura.
El autor es economista, Magíster en Comercio Internacional.
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