La crisis ocasionará el tener menos recursos

Es un hecho que toda crisis económica deriva en problemas porque no hay el suficiente dinero para hacer frente a las necesidades. Todo esto debido a que por la caída de los precios del petróleo, del gas, de los minerales y muchas materias primas en el mercado internacional, automáticamente habrá menos ingresos.

Los tiempos de auge -2006 a 2014- prácticamente han terminado, porque es casi imposible que el petróleo suba en las proporciones que las opiniones optimistas creen; y todo debido a que Estados Unidos produce más petróleo, los países árabes, Libia y se avecina Irán, igualmente; Rusia, China y muchos otros, también producen grandes cantidades del hidrocarburo. Esto quiere decir, simplemente, que hay una especie de acuerdo para mantener precios bajos que, por otro lado, aprovecharán los países importadores de petróleo.

En nuestro caso, si bien hay precios que regirán altos aún hasta mediados de año o algo más, los precios del gas se pondrán en los niveles bajos que regirán en todo el mundo. De todos modos, hay que convenir en que nuestra producción de gas, por mucho que suba y puedan cumplirse ampliamente los acuerdos con Brasil y Argentina, será con precios menores que no igualarán a los excedentes que teníamos hasta cuando había precios altos.

La crisis en los energéticos determinará, automáticamente, mayor pobreza en los países del Cuarto y Tercer Mundo, aunque los importadores netos mejorarán su situación. Para contrarrestar ello, habrá que producir riquezas que cada país posee o sea diversificar la economía evitando depender de las ventas de gas. La misma producción de petróleo en nuestro país -que apenas llega a los 10 mil barriles diarios- debería incrementarse; pero, parece que a las petroleras internacionales que trabajan en el país, no les conviene. No se debe olvidar que hasta hace diez o más años, nuestra producción de petróleo era superior a los cuarenta mil barriles, petróleo extraído de pozos antiguos, muy anteriores al actual gobierno y a las mismas compañías que trabajan en el país.

Debería adoptarse políticas que permitan reactivar toda fuente de producción que en los últimos diez años ha declinado y hasta suspendido operaciones. Es preciso reactivar la agricultura, la agroindustria y manufactura. Los ingresos provenientes de remesas de bolivianos residentes en países extranjeros, seguramente sufrirán bajas, especialmente de España y de los mismos Estados Unidos.

Es preciso que el Gobierno se esmere en cobrar supuestas deudas que tienen algunos países con nosotros; son deudas que se permite tan sólo por razones políticas que no benefician a nuestro país. Finalmente, si hay aumento en la producción de gas, debe destinárselo a proveer del mismo a la industria nacional -cementeras, por ejemplo- que requieren con urgencia para mejorar su producción; mantener a algunas industrias privadas del gas tan sólo por razones políticas, es lo más contraproducente y atentatorio contra el país.