Museo Nacional de Arte reabrirá sus salas en agosto

El Museo Nacional de Arte (Munar), cerca de cumplir 50 años de servicio al país, atraviesa por un proceso de refacción y mantenimiento que le permitirá ampliar sus servicios en todas las manifestaciones artístico-culturales del turismo nacional y extranjero.

Se prevé que el espacio esté listo en agosto cuando (con una fiesta cultural) se abran al público las puertas de sus 18 salas, entre estas una nueva dedicada a la historia de la Colonia.

Según Óscar Mattos, responsable de prensa del museo, la reapertura de las salas permanentes del museo se realizará en agosto de este año. “Se abrirá con la nueva museografía, con la implementación de los nuevos servicios para personas con capacidades diferentes y la implementación de las audioguías”, explicó.

Mattos aseguró que el repositorio seguirá abriendo sus ambientes a una variedad de actividades culturales. “El Museo Nacional de Arte siempre ha trabajado brindado nuestros espacios a actividades de música, poesía y otras. Este espacio siempre estará abierto a los artistas”, acotó.

AL SERVICIO DE LA CULTURA

Ubicado en una edificación dieciochesca de cal y canto que mandara a construir Francisco Tadeo Díez de Medina para su residencia en el centro histórico de la ciudad de La Paz; el Museo está en un proceso de total mantenimiento de sus salas permanentes de exposición, que comprende el cambio de pisos y la recuperación de sus techos originales, el cambio de todo el sistema eléctrico y la adecuación de tendido de redes para la implementación de sistemas audiovisuales y audio guías; la implementación de nuevos servicios dirigido a personas con capacidades diferentes, acorde a un Museo del siglo XXI, que impulsa el cambio social y la interculturalidad, sin romper su estilo barroco mestizo, en el que destaca la monumental portada labrada en piedra.

Declarado Monumento Nacional (1960), este importante inmueble pasó a depender del Ministerio de Educación. Entre 1961 y 1965, el ministro José Fellman Velarde, instruyó la restauración y adaptación de este monumento destinado al Museo Nacional de Arte, realizado por los esposos Mesa-Quisbert. A partir del 3 de agosto del año 1966, las salas fueron abiertas al público, como Museo Nacional de Arte.

El Museo Nacional de Arte, a partir del año 2006, se abrió con más fuerza al conjunto de la diversidad boliviana, para convertirse en un espacio cultural desde el cual se impulsa el cambio social y rompe su enclaustramiento, expandiendo sus servicios por todo el territorio del Estado Plurinacional.

Es así que en su nueva política de apertura se alentó un acercamiento profundo con las culturas populares, promocionando una política de seducción a nuevos públicos, a través del fortalecimiento de programas de Extensión Cultural como “El Museo dónde tú estás”, saliendo de los muros del museo y abriendo puertas hacia las poblaciones intermedias, comunidades y barrios populares, primero en la ciudad de La Paz, para luego incursionar en otros ámbitos geográficos de Bolivia, llegando al Beni y a Cobija, proyectando para este primer semestre su presencia en los municipios de San Javier y Concepción, que comprenden la ruta de las Misiones Jesuíticas en el oriente boliviano.

El Museo Nacional de Arte también se convirtió en una punta de lanza al generar y asumir eventos artísticos que se desarrollan en poblaciones y ciudades intermedias que tienen como soporte conceptual el desarrollo integral de las culturas indígenas y populares; rescatando técnicas ancestrales y tecnología actual; además de promover el turismo cultural. Así, la primera versión de la Bienal Internacional de Escultura en Piedra, realizada el año 2008 en la ciudad milenaria de Tiwanaku, la del año 2010 en Tupiza, el 2012 en la ciudad de Tarija, en el marco del aniversario de su fundación, y el 2014 en la ciudad de Samaipata, se convirtieron en eventos de renombre junto a los tres Seminarios de Cerámica Tradicional y Artística, en diferentes poblaciones, los que tuvieron resultados exitosos e inesperados, consolidando los servicios y la presencia del Museo Nacional de Arte en el resto del país.

A partir de métodos de construccionistas, conceptos circulares y dialógicos de museografía, se montaron las muestras: Tata Santiago- Tata Illapa, poniendo en diálogo representaciones del siglo XVIII y arte contemporáneo, de una devoción que combina tradiciones judeo-cristianas con las divinidades indígenas; se repitió el método con la devoción del Señor del Gran Poder que permitió una relación estrecha con fraternidades que construyen el tejido social, a partir de la danza en devoción a esta representación divina trifásica y sus analogías con las tres representaciones del mundo indígena. En la misma línea fueron montadas las muestras “Jesucristo en el imaginario Popular” y la exhibición multidisciplinaria “La Luz de la memoria” sobre las dictaduras militares fascistas en Bolivia.

ALBERGA HISTORIA

El espacio alberga, muestras de importantes artistas, como la de Oscar Pantoja, María Esther Ballivián, y la donación por parte de la familia Servant de Francia, de obras de Arturo Borda, fueron documentadas a través de la producción de videos, recurso que se incorporó a partir del año 2008 y que forma parte de la publicaciones importantes que acompañan a libros y catálogos con estudios teóricos sobre la obra de los artistas. El año 2010 fue publicada la biografía sobre Arturo Borda de Ronald Roa, con el auspicio de la CAF, además de otras que enriquecieron el acervo teórico de las artes visuales y plásticas de Bolivia.

Una de las tareas más trascendentales que encara el Museo Nacional de Arte es la ampliación de su infraestructura, para cobijar la sala introductoria: Orígenes del arte boliviano, espacio que cobijará el arte indígena de todo el territorio boliviano, un espacio para los niños y otras salas que nos permitirán estar a la vanguardia de los museos de Bolivia.

Así también se tendrá la posibilidad de continuar con otros programas de extensión como “Mi Visita al Museo”, que tiene por objetivo atraer a visitantes, especialmente a delegaciones de establecimientos educativos y centros especiales de formación, brindándoles herramientas para la apreciación y entendimiento de las colecciones de arte que exhibe el centro.

Este programa brindará un espacio creativo y lúdico al que el público de todas las edades acuda para acercarse a una variedad de propuestas artísticas, como un apoyo externo al aula en el proceso educativo integral; además de una alternativa de esparcimiento.

Algunas actividades como la de presentación de títeres, conciertos y teatro ya se han venido desarrollando en anteriores gestiones. A partir del 2008 han sido reforzadas con la implementación de actividades de sensibilización y creación artística diseñada para apreciar y comprender mejor los contenidos temáticos de las exposiciones, tanto permanentes como temporales, que se presentan en el museo en base a visitas guiadas y recorridos interactivos.

De acuerdo con información del museo, para desarrollar estas actividades se debe elaborar e implementar el “Maletín Pedagógico”, para el que se confeccionará ropaje antiguo para niños, rompecabezas con obras coloniales y contemporáneas, juegos impresos, y otros elementos que sean necesarios.

“El Museo con Música” es un programa que brinda al visitante la oportunidad de disfrutar de un concierto musical en un entorno diferente. Diseñado para ejecutarse generalmente los fines de semana, ha contado con la participación de grupos de diferentes géneros musicales, como los elencos del Conservatorio Nacional de Música, la Orquesta Sinfónica de El Alto, la Sociedad Coral Boliviana, Grupos de Música de Cámara, Grupos de Jazz e intérpretes de música nacional como Luis Rico, Matilde Casazola, Música de Maestros y muchos otros que rescatan también los valores culturales de antaño y la música tradicional boliviana.

Para el segundo semestre de esta gestión se están preparando programas especiales, uno para la reapertura de las salas permanentes, otra en conmemoración a las Fiestas Patrias y otro para las Fiestas de la Navidad.

Asimismo, se continuará con actividades dedicadas a la poesía y al teatro, brindando, además, espacios para talleres, cursos, seminarios y todo tipo de actividad educativa, social y artístico cultural.

Pese a todos los trabajos de mantenimiento y refacción que se vienen realizando, el Museo, ha continuado con su calendario de exposiciones temporales y produciendo nuevas muestras, tal el caso de “La Guerra del Chaco”, exposición preparada para el mes de junio que rendirá un homenaje a los 80 años del cese de hostilidades y a la declaratoria del armisticio entre Bolivia y Paraguay; además de otra muestra institucional sobre el Taky Onkoy.