ESPECIAL
La danza es una mágica combinación de actitud y sentimientos. Es compañera de un corazón noble. El 29 de abril se recordará el Día Internacional de la Danza y en esta ocasión conversamos con tres maestr@s que en su trayectoria marcaron huella y compases, dejando en el escenario sonrisas, llantos y muchas más emociones.
CARMEN PINTO
“Se ha perdido el gusto por la danza… no hay ese fervor que antes teníamos”
Carmen Pinto es una maestra muy exigente, pero a la vez muy cariñosa. Con 46 años de trayectoria, con su voz delicada y amorosa nos cuenta que desde niña le encantaba bailar y comenzó con “Chelita”, así llama a Graciela Urquidi, quien fue su maestra de ballet folclórico. “Después aprendí ballet español. He tenido varios profesores, estuve en Argentina y ahí es donde más me dediqué a esta disciplina. He aprendido el español regional con un maestro que había sido integrante de los Coros y Danzas de España. No sé si la gente sabe de eso, pero los coros y danzas recorrían toda la geografía española captando las canciones, bailes típicos regionales y he tenido la suerte de aprender eso. (En esos años) trabajaban los hermanos Pericet, cuatro famosos bailarines de la Escuela Bolera, acá no se los conoce mucho, pero sí en Argentina, y tuve la fortuna de estudiar flamenco con una de las hermanas, fue una gran experiencia”, suspira esta maestra, directora del Ballet Español Pinto.
LG: ¿Qué ha significado la danza en tu vida?
C: Una parte muy importante, era sólo mi vida cotidiana y el baile hoy lo es todo para mí.
LG: ¿Cómo está la danza hoy en el país?
C: Me parece que un poco olvidada, algo interesante que yo veo y es muy personal, es que se ha perdido el gusto por la danza. No hay ese fervor que antes teníamos, esa pasión por aprender.
LG: Hay varios elencos en nuestra ciudad, ¿cómo ves ese fenómeno?
C: Huy… antes éramos grupos contados, unos 4 o 5, hoy las academias se han multiplicado por todo lado. Pero pese a esa variedad, cada una creo que hace un aporte a nuestra cultura, considero que mientras se haga danza está muy bien, porque la danza es un ejercicio completo de cuerpo y mente.
LG: ¿Cuál es la fortaleza del Ballet Pinto?
C: La perseverancia y pasión por seguir conservando los bailes regionales, el flamenco y la danza antigua que han creado los abuelos de los Pericet. La enseñanza que brinda el Ballet Pinto tiene una técnica especial. Se da base de ballet clásico para la formación técnica y se hace énfasis en la instrucción del toque de castañuelas, los zapateos, el manejo de brazos, el coqueteo y la expresión corporal tan propia del baile español.
LG: ¿Y cuál es su debilidad?
C: El poco interés en aprender estas danzas; me da la impresión que el centro de la actividad dancística se va trasladando a la Zona Sur (sonríe).
LG: ¿Qué le falta a la danza en Bolivia?
C: Más compromiso, más participación, los que más se inquietan son los pequeños, pero antes era una participación de todas las edades, como siempre hay más chicas que chicos (sonríe) que se interesan por la danza y eso tiene que cambiar.
LG: ¿Cuál es la mejor forma de celebrar el Día Internacional de la Danza?
C: Bueno, muy aparte de las funciones en los teatros, las academias o escuelas deberíamos hacer también un acto central, donde se exponga parte del repertorio con el que se cuenta, invitando a los amigos, familiares, algo más íntimo, pero siempre construyendo.
LAURO RODRÍGUEZ
“Estamos perdiendo y dañando nuestras danzas”
Hombre amable, sencillo y jovial, Lauro Rodríguez es un gran maestro de la danza con más de 70 años en el mundo artístico. Empezó a sus 9 años en Cochabamba con un ballet español, luego tuvo la suerte de estudiar junto al artista español Vicente Colomer. Después pasó al ballet de Carmen Bravo y siguió estudios de danza clásica con el maestro Giovanni Brinatti, Blanca Falbo y Alfredo Caruzo. Paralelamente estudió danza folclórica con la maestra Chela Urquidi. Ha estado muchos años a cargo del Ballet Oficial, hoy es director general del Ballet “Chela Urquidi”.
LG: ¿Qué ha significado la danza en tu vida?
L: Significa todo, claro que acá todavía no se le da la importancia que la danza tiene en otros países.
LG: ¿Cómo está la danza hoy en el país?
L: De lo que era antes ha avanzado muchísimo, antes a la danza folclórica se la consideraba como algo despectivo, que sólo era para “indios”. Con esfuerzo y mucho trabajo se logró construir un nivel alto en la danza y con las disculpas a mis colegas, el que hizo mucho es Manuel Acosta, con quien trabajé, y la pionera doña Chela Urquidi. También deseo mencionar a Charo Carazas, Nelly Cortés, Yolanda Mazuelos y otras grandes.
LG: Hay varios elencos en nuestra ciudad, ¿cómo ves ese fenómeno?
L: Mmm… pasa algo interesante, que los mismos alumnos de una academia o escuela arman sus propios ballets. Lo triste es que no con los bases y técnicas que debe tener un ballet. No tienen idea de lo que realmente implica hacer danza.
LG: ¿Cuál es la mayor fortaleza del Ballet “Chela Urquidi”?
L: Bueno, brindar a los estudiantes el compromiso de seguir trabajando con responsabilidad, actitud y algo importante es que pronto daremos títulos a nivel técnico y superior, lo que ya está en trámite y será con Resolución Ministerial.
LG: ¿Y cuál es su debilidad?
L: Creo que eso pasa con todos los ballets y es la no participación de los muchachos, el género masculino aún no se anima a dar esos pasos. Falta gente con ganas de hacer danza, porque hoy los chicos sólo quieren moverse y no aceptan hacer técnicas de la danza, quieren directamente bailar y listo.
LG: ¿Qué le falta a la danza en Bolivia?
L: Profesionalización, pero para ello se requiere muchas cosas. Pedir a todos los que están como directores y coreógrafos que se preocupen un poco más y ¿por qué digo esto?, porque he investigado las danzas hace muchos años y hoy no se tiene el cuidado en el manejo de las vestimentas y pasos de la danza; ponen por poner, y eso es por no investigar un poco. Estamos perdiendo y dañando nuestras danzas.
LG: ¿Cuál es para ti la mejor forma de celebrar el Día Internacional de la Danza?
L: Con más integración y compromiso de todos los actores.
CHARITO CARAZAS
“La mayoría de los ballets sólo se dedica a la mala copia o plagio”
Rosario Carazas es sinónimo de espíritu inquieto y soñador. Dirige su propia escuela de baile y hoy nos cuenta que el pasado 16 de abril cumplió 40 años en el movimiento cultural. Charito comenzó como bailarina en el Ballet Folclórico Nacional, en el que inició su formación como intérprete de la danza. “Luego fundé CONADANZ, donde fui gestora y hace 15 años tengo mi propia compañía. La mayoría de mi formación la debo a la investigación y vivencias en las áreas rurales de nuestro país y, por supuesto, a muchos viajes al exterior”, rememora.
LG: ¿Qué ha significado la danza en tu vida?
R: ¡Todo! … en mi vida está el movimiento, colores, ritmos, melodías, así transcurre mi día a día. Suelen preguntarme si no me aburro, la respuesta siempre será ¡para nada!, dado que en mi vida están los anhelos, deseos y oportunidades. Lo volvería hacer a pesar de las frustraciones o falta de apoyo; sin lugar a dudas, lo volvería a hacer.
LG: ¿Cómo está la danza hoy en La Paz?
R: Umm… difícil responder, me animo a señalar que se estancó debido a la falta de espacios donde profesionalizarse. Algunos ballets están tratando de visualizarse, pero lamentablemente la mayoría sólo se dedica a la mala copia o plagio, que es lo mismo.
LG: Hay varios elencos en nuestra ciudad, ¿cómo ves ese fenómeno?
R: Sí, hay muchísimos y de todos los géneros, pero sí sobresale lo folclórico. Es de lamentar que la mayoría no aporta, debido a que priorizan el lucro económico; segundo, porque no son maestros de danza que estén preparados.
LG: ¿Cuál es la mayor fortaleza de la compañía de bailes tradicionales Charito Carazas?
R: La constancia, responsabilidad y disciplina a la que a muchos no les agrada someterse. Y la visión de los padres de familia de incluirlos desde muy temprana edad, priorizando lo nuestro, para mantener y difundir nuestros valores, identidad y saberes.
LG: ¿Y cuál su debilidad?
R: No hay suficiente género masculino para la danza, los pocos bailarines tienen que dividirse hasta que se sienten cansados por las excesivas actividades nacionales e internacionales.
LG: ¿Qué le falta a la danza en Bolivia?
R: Le falta apoyo por parte del Estado, lastimosamente se nos somete al mismo tratamiento impositivo, muy similar a cualquier actividad económica. No se tiene apoyo para realizar viajes al exterior, en cuyas giras se representa al país y no a una institución cultural en particular. Por otra parte, no se tiene apoyo para realizar encuentros de danza internacionales, ni se cuenta con los espacios escénicos (teatros).
LG: ¿Cuál es la mejor forma de celebrar el Día Internacional de la Danza?
R: Es festejar danzando todo el día, dado que es un día muy especial, encontrándose con colegas y con bailarines que se dedican a este tipo de arte.