Mariscal Andrés de Santa Cruz

Una de las figuras más representativas de las gestas libertarias en América, es la del Gral. Andrés de Santa Cruz y Calahumana, hijo de un noble español, don José de Santa Cruz y Villavicencio y de una hija del Cacique de Huarina, doña Juana Basilia Calahumana.

El Mariscal Santa Cruz nació en Huarina, provincia Omasuyos del departamento de La Paz el 5 de diciembre de 1792; sus primeros estudios los realizó con los Padres Franciscanos en la ciudad de La Paz, pasando luego a la ciudad del Cusco.

Inició su carrera militar ingresando a las fuerzas realistas al mando del Gral. José Manuel de Goyeneche. Gracias a las influencias del padre, se le reconoció el grado de Capitán, combatiendo posteriormente a las órdenes del Gral. español Pezuel.

Comprendiendo y aquilatando que la causa realista tarde o temprano sucumbiría, y más aún siendo él criollo americano que se debía a la independencia de América, se entregó voluntariamente al Mayor Lavalle, oficial de las fuerzas sanmartinianas, ofreciéndoles sus servicios; el Gral. San Martín le reconoció el grado, asimilándolo a las fuerzas libertadoras.

Cerca de la batalla de Pichincha, el General Sucre, en conocimiento de lo poderoso en fuerzas del ejército realista, pidió ayuda al General San Martín, quien de inmediato dispuso el envío de fuerzas sanmartinianas al mando del General Álvarez de Arenales, declinando éste el comando, se envió al Coronel Andrés de Santa Cruz, quien fue nombrado Jefe de Estado Mayor, siendo ascendido a General de Brigada por el General Sucre; combatió igualmente en Junín como Jefe de Estado Mayor.

Muy ligado al Libertador, se le confió el mando de 4.000 hombres para detener al General realista Jerónimo Valdez, en su avance a Lima, el encuentro se realizó en Zepita, ya en derrota el ejército de Valdez, Santa Cruz realizó una desastrosa retirada, perdiendo la mayor parte del equipo y de efectivos militares., siendo sin embargo nombrado Mariscal de Zepita.

Después de Ayacucho, y con la deplorable condición de caos que vivía la República del Perú, fue nombrado Presidente de la misma, ejerciendo el poder con honestidad y buen desempeño; nombrado Ministro Plenipotenciario de Bolivia en Chile, el Congreso Nacional reunido en 1829, lo eligió Presidente de la República de Bolivia.

Su gobierno en primer lugar convirtió al país en un estado con un buena condición económica, estableció una correcta división política, y sobre todo formó unas nuevas fuerzas armadas, incorporando a jefes de alto prestigio en la lucha libertaria, tales como Burdett O’Connor, Otto Felipe Braun, el Coronel Santa María de la Trinidad Morán, el Coronel José Ballivián.

Al pedido de ayuda del Perú por su presidente Orbegoso, firmó un tratado de colaboración, ingresando al Perú al mando del ejército boliviano, triunfando en las batallas de Socabaya y Yanacocha el 4 de febrero de 1836, estableciendo un nuevo Estado, la Confederación Perú Boliviana, el 20 de octubre de 1836.

La Confederación por su poder puso susceptibles a las repúblicas vecinas, Chile ingresó al territorio de la Confederación con un poderoso ejército, siendo derrotado en la batalla de Paucarpata, firmando un tratado de no agresión.

La Argentina ingresó por el sur de la Confederación, siendo derrotada en Iruya y Montenegro.

La situación de la Confederación en esos momentos constituía uno de los estados de mayor prestigio: “Llegó al apogeo de su gloria y su prosperidad, mostrándose fuerte y unida en el interior, y respetada y grande en el exterior”.

Chile rompiendo el tratado de no agresión suscrito, invadió con un ejército preparado para el efecto el territorio de la Confederación, y en la batalla de Yungay derrotó al ejército confederado, el 20 de enero de 1839.

El Mariscal Santa Cruz no tuvo opción para reunir a sus fuerzas y presentar nueva batalla, la traición se hizo carne en los políticos bolivianos, comenzando de su Canciller Casimiro Olañeta, sólo un General levantó su voz de protesta: Burdett O’Connor.

El Mariscal desterrado murió en Versalles, Francia, el 25 de septiembre de 1856 a los 73 años de edad.

Sociedad Bolivariana de Bolivia.

Fundada en 1936.