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Uno de los factores más limitantes para las personas a cualquier edad es la pérdida de la vista, pero esa limitación es aún peor para las personas de la tercera edad. Casi ciega por completo, la Sra. Indira vivía sola en su pequeña vivienda. La ayudaban algunas vecinas que llegaban para lavarle su ropita o limpiar el polvo acumulado en los muebles y recoger las cosas que la anciana había tirado accidentalmente. Aquella anciana era muy religiosa y asistía los domingos a la Iglesia, pero cuando sus amigas vecinas no podían llevarla, se sentía muy triste por no poder ir al servicio religioso.

Un día en la Iglesia, conoció a una joven que estaba completamente ciega, pero tenía un perro como lazarillo, ella lo llamaba Romí. A la Sra. Indira le pareció interesante la idea de un lazarillo pero no se sentía segura de poder ser ayudada por un animal en lugar de un ser humano; se preguntaba cómo puede un perro guiar a una persona no vidente? Lo pensó durante toda esa semana pero el domingo siguiente se animó a pedirle a su joven amiga, que la pusiera en contacto con la institución donde ella había obtenido a su compañero canino, para ver si también a ella le era posible obtener aquella valiosa ayuda.

La joven se ofreció a acompañarla a la oficina correspondiente para que hablara con el encargado. Al llegar las atendieron muy bien y les presentaron a varios perros listos para dar servicio como lazarillos. Les explicaron que desde cachorritos inician su entrenamiento a cargo de personal especializado y con mucho tiempo de experiencia en la preparación de aquellos perros.

La Sra. Indira también supo que los perros lazarillos son muy perceptivos; ella entonces tomó su decisión y aquel mismo día eligió como su guía a una perra llamada Ucrania.

A partir de entonces vieron a la an-ciana en compañía de su perra todos los domingos camino a la Iglesia y de regreso a su casa. Ucrania se convirtió en su fiel e inseparable guía que desde el primer momento comenzó a prestarle una valiosa ayuda.

Moraleja: Los humanos debemos conocer y valorar la enorme ayuda que recibimos de los animales.

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