Oruro, (EL DIARIO).- El traslado del botadero municipal es inviable con la oposición de los vecinos de la zona de Cochiraya, sector noroeste de la ciudad de Oruro, advirtió el gerente de la Empresa Municipal de Aseo Oruro (Emao), Guillermo Quispe.
Dijo que “es muy lejana la construcción de un nuevo relleno sanitario, donde se pueda depositar la basura de la ciudad, por lo menos dentro de cinco años, si es que no hay acuerdo con los vecinos y las comunidades aledañas a Oruro”.
Consideró que, por esa razón “no hay otra alternativa que alargar el tiempo de funcionamiento del botadero municipal que se encuentra en el barrio Huajara, donde alrededor existen miles de casas que se construyeron recientemente, o por lo menos durante los últimos cinco años”.
Sin embargo, expresó preocupación por el problema, porque tarde o temprano, “se tiene que cerrar el botadero, tendría que dejar de funcionar, pero también hay que buscar un lugar ideal para el traslado de ese relleno”.
Según los vecinos de Huajara, zona noreste de la ciudad, “la Alcaldía firmó un convenio para que el botadero deje de funcionar en diciembre, por razones de seguridad y de la salud de la ciudadanía que vive en ese sector”.
El alcalde electo de la ciudad de Oruro, Édgar Bazán Ortega, planteó también la necesidad de aumentar “la vida útil del botadero municipal, en base a conceptos de preservación del medioambiente, de modo que no signifique ningún riesgo para la salud de los habitantes de aquella zona y tampoco represente la erogación de recursos económicos para la Municipalidad”.
Dijo que, cuando se efectúe la transmisión de mando de la Alcaldía, “en forma inmediata, se tomarán las medidas más urgentes para preservar el botadero y para cuidar la salud de los habitantes”.
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