Propaganda y autoelogios no remediarán la crisis

Debido a la crisis económica por la que atraviesa la mayoría de los países del mundo, especialmente los más pobres, no requieren, en absoluto, campañas de publicidad y propaganda para encontrar remedios con urgencia. Necesitan, en todo caso, crear riqueza y generar empleo, y ello es posible con la adopción de medidas coherentes, realistas y responsables, como son: reducir gastos y promover inversiones, extranjeras y nacionales; rehabilitar la industria que trabaja con parte de su capacidad instalada; reactivar las industrias productivas; mejorar la producción de la agroindustria y promover un trabajo mayor en las áreas agrícolas y mineras.

La propaganda y el autoelogio en los que están empeñadas las autoridades económicas, no son solución para los graves problemas, especialmente si se sabe, se tiene conciencia, de qué es lo que debe hacerse y que si no se lo hace es porque no se quiere o, también, podría ser porque no se sabe cómo hacerlo. Nuestro país es rico en posibilidades para resolver cualquier dificultad; pero precisa del trabajo eficiente, eficaz, honesto y responsable de quienes pueden llevar a cabo labores que permitan una efectiva rehabilitación de nuestra economía.

Creer que los precios del petróleo y consiguientemente del gas, subirán a montos habidos hasta hace pocos meses y que se los podría calificar de “precios extraordinariamente altos”, no ocurrirá. Que posiblemente suban algunos puntos, nadie duda; pero, como va la producción de petróleo y gas en el mundo y teniendo en cuenta las políticas adoptadas por los países productores de Medio Oriente y hasta de los mismos Estados Unidos, no se puede vislumbrar mejoras sustantivas en las cotizaciones.

Los contratos con Brasil y Argentina para la provisión de gas hay que cumplirlos, aunque con precios bajos y lo que se tendría que adoptar es la medida de no aumentar volúmenes de venta y, si hay excesos en la producción de gas, destinarlos a cubrir las necesidades internas, es decir de nuestra industria y de la población con el gas domiciliario. Vender a otros lo que precisamos internamente y con urgencia, no es responsable y menos es solución siquiera parcial para la crisis. En cambio, habilitar industria parada o aumentar su producción con más gas, implica un gran aporte a remediar la crisis. Finalmente, es urgente adoptar políticas que permitan dar valor agregado a muchas materias primas -minerales especialmente- que exportamos.

Hay, pues, medidas que se puede adoptar y no estar atenidos a criterios basados en préstamos o ayudas que nada bueno aportan al país y que le hacen daño, porque inhabilitan sus propias posibilidades que están pendientes de lo que el Gobierno puede hacer conjuntamente el empresariado privado que puede jugar papeles importantes para mejorar nuestra economía. Milagros basados en la egolatría y la propaganda no cuentan, no sirven porque están muy fuera de la realidad.