ESTÉTICA PODAL
Los pies son una parte del cuerpo que más olvidamos. Si bien la naturaleza los hizo fuertes y resistentes para sostener el esqueleto y los músculos, también nos sirve como transporte. Y merecen ciertos cuidados, para evitar que se enfermen o presenten ciertas molestias como: callosidades, talones agrietados o ampollas.
“Los pies son fundamentales porque sostienen nuestro cuerpo y nos ayudan a caminar. Si ellos comienzan a ponerse mal se debe a que las personas no les dan la atención necesaria y se enferman dejando de cumplir su función. En el occidente del país, por el clima frío, se utiliza zapato cerrado”, afirmó la cosmetóloga Claudia Ramírez.
En un ambiente frío las personas tienden a utilizar calzados cerrados y pocas veces descubiertos como sandalias o zapatos calados, donde se exhiben los pies y es cuando se ven el estado de los mismos y el cuidado que recibieron o por el contrario el descuido y las enfermedades que presentan.
COMPLICACIONES
Unos pies descuidados podrían generar muchas complicaciones como: sequedad en pies y talones, sudoración excesiva y mal olor, rozaduras de los calzados, callosidades, juanetes y uñas de pie encarnadas.
“La queratosis es la acumulación de queratina en la piel que produce su engrosamiento. Cuando hay excesiva sequedad incluso se provoca grietas en los talones que llegan a sangrar y duelen. También pueden causar serias complicaciones en personas con diabetes o con problemas en el sistema inmune”, dijo Ramírez.
Las personas obesas y que están mucho tiempo de pie tienen una mayor probabilidad de tener complicaciones al igual que los adultos mayores, porque su piel es más seca por falta de nutrición natural. Una solución menos agresiva es el uso de piedra pómez luego de la ducha y sacar poco a poco estas durezas.
Sudoración excesiva y mal olor.- La sudoración excesiva es un problema, porque produce irritación en los pies así como un olor desagradable. Pero cuando la sudoración es muy severa se denomina hiperhidrosis y requiere de un tratamiento médico. En el caso del olor este depende de la alimentación que se tenga y puede ser más fuerte si se consume ajo, espárragos o cebolla, entre otros.
“La sudoración excesiva y la falta de higiene en los pies pueden provocar la aparición de hongos (micosis) en pies y uñas (onicomicosis) que proliferan en un hábitat húmedo. Bastará con observar si las uñas cambian de color o comienza a deformarse para saber que están presentes y acudir al dermatólogo”, enfatizó la cosmetóloga.
Rozadura de los calzados.- Las rozaduras (ampollas) que provocan, por lo general, los zapatos nuevos, sean estos pequeños o grandes, pueden hacer infectar muy fácilmente los pies si no se trata la zona correctamente.
“Cuando aparece una ampolla no aconsejo pincharla de inmediato a menos que se rompa por sí sola, ya que al levantarse la piel provocaría la supuración del líquido y una probable herida. Se recomienda pasar un hilo con una aguja desinfectada con alcohol, a través de la ampolla para que el líquido drene por el hilo evitando que se rompa la piel y cause una herida, así se acelera el proceso de cicatrización”, dijo Ramírez.
Los callos.- Son células de piel muerta que se forman como protección del pie frente a una rozadura o presión continua del calzado. El callo es como una dureza que se centra en una parte concreta y pequeña en forma circular.
“Las mujeres a diferencia de los varones tienen más callos y durezas. Uno que se va formando en los dedos es el denominado ojo de pollo que es un callo profundo y doloroso y que al sacarlo cuidadosamente sale como un clavito aliviando el dolor”, aseguró la cosmetóloga.
Los juanetes.- Consiste en una deformación ósea y en el que hay un importante componente hereditario, tanto en la manera de caminar como en la posición de los pies y el uso de calzado exagerado con tacones y estrecho.
“Los juanetes se forman al utilizar un zapato cerrado y apretado, es cuando comienza a presentarse una desviación en el dedo gordo del pie y aparece una protuberancia similar a un callo interno que causa dolor por roce del zapato y, en algunos casos, cuando se tiene artrosis puede ser operado para que la persona evite deformaciones en sus dedos”, dijo Ramírez.
Uña encarnada.- Algunos lo conocen como uñero y es cuando una uña mal cortada se clava en la parte lateral de la uña y comienza a lastimar el pie produciendo una inflamación y posterior infección cuando no es tratada adecuadamente. En algunos casos llega a practicarse cirugía si el problema es severo.
“La uña encarnada debe ser tratada con mucho cuidado y en caso necesario acudir a un especialista para sacarla. Para evitar esta dificultad, las uñas deben ser cortadas en forma cuadrada, si se desea pueden ser limadas en los extremos. En caso de sangrar se debe desinfectar con agua oxigenada y utilizar una pomada antibiótica”, explicó la cosmetóloga.
RECOMENDACIONES
La especialista sugiere algunas medidas preventivas para evitar complicaciones y enfermedades en los pies.
1.- El utilizar un buen calzado es importante para la salud de los pies. Se aconseja comprarlos al finalizar la tarde y probarse ambos para luego caminar un poco y sentir su comodidad.
2.- La higiene de los pies debe ser a diario con agua y jabón de glicerina, secar cuidadosamente los pies para evitar humedades y la presencia de micosis en los mismos.
3.- Realizarse un pedicure profesional por lo menos dos veces al año para que los especialistas puedan ver el estado de los pies y evitar mayores complicaciones.
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