Los operadores de vuelo rusos perdieron el control de la nave espacial Progress M-27M, la cual iba a abastecer la Estación Espacial Internacional (EEI), y que ahora se dirige hacia la Tierra, informó un empleado sin identificar de la central de control de vuelo en Moscú.
Según la fuente, los controladores de vuelo rusos intentarán ahora restablecer dos veces la conexión con la nave, aunque con pocas probabilidades de éxito.
“Es imposible saber cuándo caerá exactamente a la Tierra, depende de mucho factores. Pero la caída se producirá en condiciones incontrolables”, aseguró.
La NASA confirmó por su parte que la nave “no transporta ningún suministro esencial para el funcionamiento de la parte estadounidense de la EEI”.