Pese al blindaje de la economía boliviana anunciado por el Ministerio de Economía, así como una serie de informaciones oficiales que indicaban que la crisis económica originada en la caída de los precios de las materias primas no afectará a Bolivia, han comenzado a registrarse síntomas cada vez más agudos en sentido de que los efectos del bajón internacional de precios tendrá efectos letales para la vida del país y la clase obrera.
Al respecto, el Ministerio de Economía ha señalado que el crecimiento económico de Bolivia ya no será del 5.9 por ciento, sino bajó al 5.0 por ciento, mientras que para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional será del 4.5 por ciento más o menos, en el presente año, lo cual determinará que se tenga que hacer importantes ajustes en el presupuesto estatal e ingresar, finalmente, en una etapa de austeridad que ponga fin a los gastos faraónicos y electorales que caracterizaron en los últimos años a nuestra economía. El impacto más inmediato podría ser que ya no se cancele el llamado “segundo aguinaldo” y la aparición del fantasma del desempleo en proporciones deletéreas.
Efectivamente, la consecuencia inmediata más percibida por la población es el anuncio de que alrededor de mil obreros mineros de la empresa capitalista estatal Huanuni serán echados a la calle bajo el eufemismo de jubilación. Esa medida sería complementada con otras similares para contrarrestar en esa forma el derrumbe del precio del estaño, principal mineral que explota ese centro minero.
Hasta hace poco, Huanuni tenía 4.400 trabajadores regulares, cifra que se redujo a 4.015, lo cual significó que en meses recientes fueron despedidos como “jubilados” 385 obreros, algunos de ellos por “enfermedad”.
Otra empresa capitalista del Estado que reducirá su plantilla de obreros es Enatex, estatizada hace pocos años por haber entrado en crisis debido a no tener los mercados de consumo tradicionales, ya que Bolivia perdió el mercado de consumo de Estados Unidos, mientras el de Venezuela no paga por las mercancías bolivianas que importa. Esta empresa textil, pese a la estatización de que fue objeto, no pudo salir de la crítica situación a la que fue conducida y ahora está despidiendo un alto porcentaje de sus obreros.
También el sector cooperativista minero ha empezado a producir desempleo y cientos de trabajadores están retornando a sus tierras para engrosar el ejército de desempleados en las ciudades. En esa forma, la teoría oficial de que la crisis no afectará a Bolivia y que nuestra economía está blindada, empieza a desmoronarse, sin que se calcule hasta qué niveles llegará.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |