La noticia de perfil
Como podrán imaginar, el personal que produce esta columna periodística, o sea mi comadre y yo, asistimos en masa a todas las manifestaciones que se realizaron en Día del Trabajador, recordando con fervor a los Mártires de Chicago, Sacco y Vanzetti, anarquistas italianos de Siglo XIX muy conocidos en Quillacollo y el resto de nuestro país. (Nuestro ministro Arce Catacora, ¿no será otro protomártir de Chicago?).
Debo confesar a mis lectores que nuestro entusiasmo por estos actos callejeros fue craneado por este anciano mañoso, pues al concluir éstos, resolveríamos con Macacha su problema salarial, grave cuestión que me planteó la cholita reportera, quien cuenta con el apoyo y el asesoramiento del ministro de Trabajo, el señor Trigoso.
Después de varias horas de vibrante marcha callejera, retornamos a mi casa, y antes de ofrecerle una silla para aliviar su fatiga, dije a mi simpática asalariada: “Ahora conversaremos acerca de sus nuevas pretensiones salariales”.
Ante cada una de sus consideraciones yo sonreía mefistofélicamente, hasta que la cholita cochala se calentó y estalló como si fuera una olla de presión, levantándome la voz para decirme: “¡Usted es un frío empresario que me hace trabajar durante todo el día, olvidando a Sacco y Vanzetti que ofrendaron sus vidas exigiendo sólo ocho horas de trabajo!”. Como en toda discusión el que se calienta pierde, aproveché la ocasión para convencer a mi comadritay de los beneficios colaterales que recibe al cumplir sus tareas periodísticas que yo le ordeno.
Con voz pausada, dije a mi cholita reportera: “Agradezca a su labor periodística que usted puede hablar hasta tres veces por semana con ese ser extraordinario como es nuestro Presidente Vitalicio y puede estrechar las manos a ese otro ser privilegiado, inventor de “La Economía Blindada” que dejó absortos a todos los economistas de la Universidad de Chicago. ¿Cree usted, comadritay, que esos privilegios no forman parte de su magro salario?, en esta hora en la que tenemos la oportunidad de hablar frente a frente, cara a cara y a calzón quitado, como dice la gente de mi pueblo.
Mi comadritay empezó a valorar el sueldo que percibe y resignadamente me dijo: “Gracias, compadrituy”.
Como se había ilusionado con los aumentos que anuncian las autoridades, le dije con la generosidad y largueza que me caracterizan: “Ahora y para quedar como amigos, le rogaría que me conceda un nuevo préstamo en dólares para así poder pagarle su aumento de sueldo a partir de enero de este año y también para hacerla más feliz aún, poder pagarle su doble aguinaldo correspondiente a la gestión pasada y a la Navidad de este año.
Mi comadritay me prestó el dinero solicitado y todos quedamos felices. También nuestros gobernantes anuncian que Bolivia contraerá un nuevo crédito del Banco Mundial. ¡Aleluya! Tú me prestas, yo te pago con aumentos, el presidente Evo se presta del Banco Mundial y todos quedamos felices.
Usurpado el 7 de octubre de 1970, por defender EL DIARIO |
Dirección:
Antonio Carrasco Guzmán
Jorge Carrasco Guzmán |
Rodrigo Ticona Espinoza |
"La prensa hace luz en las tinieblas |
Portada de HOY |
Caricatura |