Sentimiento de autonomía en las regiones

Después de las elecciones regionales, es necesario sacar conclusiones, en dirección a propiciar, en algunos casos, cambio y viraje en el tratamiento a los departamentos del país. Indudablemente, hubo resultados electorales sorpresivos en La Paz a nivel de gobernación y alcaldías, los cuales reflejan el pensamiento democrático de una ciudadanía cansada de corrupción y enfrentamientos. Por ello expresó de alguna manera su protesta con el voto democrático. También este sentimiento fue percibido en los recintos electorales del oriente y el sur del país, lo que nos da un panorama electoral y nos muestra una posición democrática de los ciudadanos, que claman por autonomía y ejecución del Pacto Fiscal, ya que están hastiados del centralismo, que inhibe a las regiones en cuanto a lograr desarrollo y progreso.

De acuerdo con los recientes resultados de las elecciones subnacionales, en la composición de algunas asambleas departamentales hay equilibrio entre representantes de la oposición y el oficialismo, mientras que en otros uno de los bandos tiene mayoría política. Lo cierto es que si no se ponen de acuerdo las nuevas autoridades en las regiones, habrá enfrentamientos políticos, que perjudicarán a gobernaciones y Alcaldías, en cuanto a la ejecución de obras necesarias para las poblaciones. Por tal motivo, es preciso que haya una política de entendimiento, en pro de la colectividad.

Por otra parte, ha sorprendido en esas elecciones la aparición de nuevas figuras políticas en las regiones, que en el futuro podrían ser los nuevos gobernantes, como representantes de una nueva generación, de jóvenes que son la esperanza de Bolivia. Destacamos entre ellos al nuevo Gobernador de Tarija, que obtuvo una votación impresionante a su favor. La ciudad de El Alto de La Paz presentó a una mujer joven, de mucha proyección electoral y que se muestra como una dirigente nacional que lucha por su región.

Los resultados electorales nos han mostrado que no se puede comprar la conciencia de los ciudadanos, ya que el rechazo es inmediato, lo que demuestra que existe una verdadera responsabilidad democrática. Ante la elección de autoridades de la oposición, no corresponde el planteamiento absurdo de que no se trabajará con ellas. Resulta una aberración esa posición, ya que por ley existen fondos económicos para presupuestos departamentales y municipales, y anular esas partidas sería inconstitucional. Tiene que primar una mentalidad de cooperación entre gobernantes y gobernados, lo contrario sería incurrir en primitivismo político.

Se avecinan tiempos difíciles por la caída de los precios de los minerales, del gas, y lo más grave es la falta de producción suficiente en las áreas de cultivo, por las condiciones climatológicas y por lo cual el Estado se ve obligado a la importación de artículos alimenticios, disminuyendo en esta forma los fondos de reserva del Banco Central.

Bolivia es un país que sólo tiene 10 millones de habitantes y sus necesidades fácilmente deberían ser cubiertas, mediante una política económica y financiera equilibrada y, sobre todo, sin corrupción ni narcotráfico. La tarea no es difícil, al contrario, todo es posible si se actuara con grandes dosis de honradez y patriotismo.

El autor es Profesor Emérito y ex Decano de Odontología UMSA.