También hay yatiris chilenos

En mi crónica anterior, mi reportera cochabambina Macacha nos dio a conocer la primicia periodística de la cooperación de tres yatiris que mantienen comunicación permanente con la cholita quien es mi brazo derecho.

Huayruru es el yatiri principal que permanece en La Haya junto a sus colaboradores Calimán y Titirico, trío de brujos andinos que tienen la confianza absoluta de nuestro canciller David Choquehuanca, quien entre sus convicciones más profundas sostiene que la magia andina es más poderosa que la cultura occidental representada en este caso por los sabios jueces que dirimen en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, o como solemos decir algunos cholos ilustrados “La Haiga”.

Luego de conectarse con sus “cumpas yatiris”, mi pariente espiritual me dio la importante noticia de que nuestros asuntos en la famosa Corte marchan bien, de acuerdo con lo previsto por quienes manejan ese asunto trascendental para Bolivia y los bolivianos que se encuentran en La Haya tiemblan cada vez que formula declaraciones periodísticas el presidente Evo Morales, como cuando éste comparó a unos de nuestros jurisconsultos con el futbolista argentino Leonel Messi.

La cholita nacida en Quillacollo frunció el ceño mientras se comunicaba con el yatiri Huayruru, pues éste le dio la noticia de que los chilenos también habían decidido enviar a La Haya a varios brujos chilenos, recolectados entre las minorías indígenas que aún sobreviven en el país mapochino, sobrevivientes de sus primeros pobladores, enviándolos a Holanda para actuar dentro de la Corte Internacional de Justicia.

La noticia dada a conocer por nuestros yatiris demostraba alguna preocupación, aunque todos proclamaban ante mi comadritay Macacha que la brujería boliviana es muy superior a la brujería chilena, tan venida a menos este último tiempo con los desastres naturales que tuvo y tiene que soportar el vecino país.

La cholita cochala quiso agregar a esos desastre naturales el vergonzoso caso de corrupción administrativa protagonizada por el hijo y la nuera de la Presidenta de Chile, la doctora Bachelet, pero presurosamente le cubrí la boca con mis manos, diciéndole: “no hable usted de la corrupción administrativa chilena porque la nuestra, la boliviana, no tiene igual, comadritay”.

Lo cierto es que nuestros afamados yatiris Huayruru, Calimán y Titirico se hallan trabajando callada y seriamente en “La Haiga”, mientras tratan de hacer lo mismo algunos brujos mapuches recolectados a lazo por la Cancillería chilena de las tierras del sur chileno.

Llegando al final de nuestra jornada periodística, la cholita cochala me hizo recuerdo que a partir de 1950 Chile empezó a colocar chilenos en todas las organizaciones internacionales dependientes de las Naciones Unidas y que no sería raro encontrar a chilenos en muchas dependencias de la famosa Corte Internacional de Justicia, por lo cual nuestros yatiris tendrán que trabajar con mucho ahínco y amor a Bolivia.