Raúl Rosales S.
Un notable libro que revela las causas que originaron la llamada Guerra del Pacífico durante la cual nuestro Nación perdió su territorio marítimo y su acceso al mar, bajo el título “Bolivia, Perú y Chile antes de la Guerra del Pacífico” acaba de publicar el escritor y periodista Luis Antezana Ergueta, coincidiendo con la demanda judicial del Estado boliviano ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Esta publicación es uno de los primeros estudios acerca del problema histórico que se refiere a los orígenes del conflicto bélico de 1899, pues, según el autor del libro, hasta el presente se ha publicado cientos de toda clase de documentos acerca del desarrollo de aquella guerra desatada por la oligarquía chilena, así como sobre los debates posteriores, en particular los relacionados con las negociaciones destinadas a que Chile devuelva a Bolivia su salida soberana al océano Pacífico. Este texto sería, pues, uno de los primeros, sino el primero, que descubre en forma orgánica las causales que determinaron la decisión del gobierno del Mapocho de apoderarse de territorios bolivianos y peruanos.
El autor de este ensayo general acerca del tema del título destaca que a partir de 1830 y desde que se impuso la orientación del dictador Diego Portales, el Estado chileno aplicó una política destinada a conquistar mercados de consumo para desarrollar su economía capitalista naciente y así evitar, por un lado, las crisis económicas capitalistas de sobreproducción y, por otro, empezar a generar un expansionismo territorial para asegurar materias primas para sus industrias. Esas dos corrientes derivaron en una política colonialista, vale decir convertir en colonias tanto a Bolivia, como Argentina y Perú, aunque finalmente quedó descartado someter a Argentina.
La idea central de Santiago -sostiene este libro- fue controlar el Gobierno boliviano y para ello ayudó a crear en nuestro país un partido político (que más era una logia), formado por grandes comerciantes del sur de la República con Valparaíso, Chile, y tome el poder político boliviano para facilitar los proyectos coloniales chilenos. Es decir convertir a Bolivia en mercado de consumo de la producción extranjera. Ese fue el Partido Rojo (no estudiado todavía) que después de varias vías, a partir de 1850, tomó el Gobierno boliviano para aplicar la política colonial chilena. Finalmente, al no conseguir a plenitud ese objetivo, mediante los gobiernos de los “rojos” José María Linares y Mariano Melgarejo, precipitó el expansionismo territorial, la guerra y la toma del poder que, a partir de 1880, puso en aplicación los objetivos que buscaba el Estado chileno.
Desde entonces, en síntesis, paulatinamente Bolivia fue convertida en auténtica colonia chilena, situación que se completó con el Tratado de libre comercio de 1896 y enseguida por el Tratado de 1904 que satisfacieron los más profundos deseos de la oligarquía de Santiago, o sea que Bolivia y Perú se conviertan en mercados de consumo de la producción chilena, situación que en gran medida dura hasta el presente y en la que radica el meollo de la cuestión del enclaustramiento boliviano.
Este libro de Luis Antezana Ergueta descubre, pues, el origen del asunto territorial con Chile y considera que de no enfrentarse la cuestión en sus causas y dedicarse, en cambio, sólo a aspectos secundarios, el problema seguirá existiendo y la solución final postergándose en forma indefinida. Luis Antezana E. es también autor de los ensayos “Daza no ocultó la noticia de la invasión chilena” y “Pisagua, proyecto de solución de la mediterraneidad de Bolivia”.
Finalmente se debe indicar que este libro no estudia aspectos de la guerra de 1899 y, más bien, entrando al fondo del problema, enfoca los lineamientos políticos y económicos dominantes a mediados del Siglo XIX y sus efectos en Bolivia. Así mismo, luego de descubrir los factores esenciales del desarrollo de la época, encuentra la historia del conflicto, lo que permite tener un conocimiento más profundo de la materia que hoy tiene actualidad.
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