La FIFA condenó ayer de forma “enérgica” las manifestaciones de violencia en el Superclásico entre Boca y River, por la revancha de los octavos de final de la Copa Libertadores, que generaron la suspensión del partido por agresiones a los jugadores del club de Núñez.
A su vez, resaltó la importancia de la acción de las asociaciones nacional de la FIFA para que tomen “medidas pertinentes” para evitar los hechos de violencia en las canchas de fútbol.
Lastimosamente el veedor boliviano tardó demasiado para tomar una decisión frente al bochornoso espectáculo y no hizo nada.