Alarma hacinamiento en cárceles de Latinoamérica

La Federación Iberoamericana de Ombudsman (FIO), institución compuesta por los Defensores del Pueblo de 21 países de América más la península ibérica, expresó mediante un comunicado oficial, su alarma ante el “desbordado hacinamiento” en que se encuentran los centros penitenciarios en varios países latinoamericanos que impide “la efectiva consecución de la resocialización o reinserción social, y pudiera poner en riesgo la vida e integridad de los reclusos”.

Frente a este problema, el Consejo Rector de esta entidad, cuyo Vicepresidente es el Defensor del Pueblo de Bolivia, Rolando Villena, pidieron a los gobiernos nacionales de los Estados miembros a examinar su política penitenciaria, reconocer que el imponer penas duras y drásticas, no necesariamente disminuirá los niveles de delincuencia y erradicar del discurso oficial cualquier clase de justificación de las indignas condiciones de internamiento a la que se ven sometidos los hombres y mujeres privados de la libertad, so pretexto de su responsabilidad penal.

“Debe quedar en claro que los reclusos, en tanto seres humanos dotados de dignidad, tienen derecho a no ser sometidos a modalidades de reclusión que, constituyen auténticos tratos crueles, inhumanos y degradantes”, señala el comunicado que fue hecho público luego de la reunión ordinaria del Consejo realizada el pasado 13 de mayo, en Bogotá, Colombia.

El comunicado señala, asimismo, que con el objetivo de visibilizar la problemática carcelaria, “la FIO exhorta a los gobiernos a suscribir y ratificar el Protocolo Facultativo de la Convención Contra la Tortura y otros Tratos y Penas Crueles Inhumanas y Degradantes; instrumento internacional que prevé mecanismos de verificación internacional a las condiciones de reclusión”.

El Defensor del Pueblo, Rolando Villena, quien ejerce la Vicepresidencia de la FIO, indicó que durante el análisis realizado, se evidenció que las condiciones de reclusión en las cárceles de la mayoría de los países de Latinoamérica, son similares y que enfrentan los mismos problemas como es el hacinamiento, deficiente política de reinserción social, deficiente seguridad carcelaria la cual pone en riesgo la vida e integridad de los reclusos, presupuesto insuficiente para atender a la población carcelaria, deficiente acceso a la justicia y falta de recursos humanos.

Principalmente, precisó, el directorio de la FIO manifestó su preocupación por la situación de inseguridad en la que se encuentran los internos, pues las cárceles son espacios propicios donde se producen conductas que vulneran derechos humanos.

"La Federación Iberoamericana del Ombudsman (FIO) (Â…) considerando que la Convención Contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes expresamente reconoce que los centros carcelarios, histórica y estructuralmente, son escenarios propicios para la comisión de conductas constitutivas de graves infracciones a la dignidad humana.