Graves problemas debe enfrentar la Alcaldía

La carencia de conciencia de país y responsabilidad, muchas veces da lugar a que personas que van a dejar de ejercer un cargo, obren mal; descuiden obras de importancia; deterioren presupuestos, anarquicen al personal y apliquen sus complejos en perjuicio de la colectividad con la intención de “boicotear y dañar” a la próxima autoridad. Esto es, exactamente, lo que ocurre con la Alcaldía de La Paz.

Son graves los problemas a enfrentar que esperarán al alcalde elegido por el voto ciudadano en las elecciones de marzo pasado: reorganizar todo lo que se requiera; levantar auditoría completa de lo hecho en pocos meses de interinato de la persona que deja el cargo; revisar hasta qué punto se han cumplido los programas de obras; ver la situación del personal y qué cambios se efectuaron; verificar qué aspectos importantes se han dejado de hacer o cuáles han sido mal hechos o están descuidados; comprobar estrictamente el estado financiero de Caja y Bancos; manejar y solucionar todo el problema que significa el autotransporte urbano, especialmente el referido a los abusos que cometen las líneas de radio-taxis, trufis, etc. y ver las tarifas que corresponde a minibuses que tan sólo han incrementado precios de pasajes en 5% o 10% cuando los otros lo han hecho en proporciones mayores al 50 y 100 por ciento.

Al margen de lo mucho que es preciso atender, lo prioritario y urgente es disponer el arreglo de avenidas y calles de la ciudad que se encuentran en pésimo estado: baches, agujeros de toda clase, destrozos en el pavimento y el empiedre, zanjas que las lluvias abrieron; todos estos males, en su conjunto, perjudican al transporte de automotores, son peligrosos para el tránsito de personas y, además, cuanto más tiempo se los tenga descuidados, mayor gravedad tendrán.

Es muy grave y amplio el trabajo que espera al nuevo Alcalde y que el Concejo Municipal debería apoyar haciendo abstracción de intereses partidarios que, frente a las urgencias de la ciudad, nada significan para nadie, excepto para el partido que no cumpla sus responsabilidades siendo parte del equipo de munícipes que están, en todo caso, para coadyuvar a las labores del alcalde que cuenta con el apoyo y confianza de la mayoría de la ciudadanía.

Existe la suficiente experiencia en el país para que Concejos Municipales y Alcaldes trabajen consubstanciados con las urgencias de lo que tienen bajo su responsabilidad; es tiempo de abandonar las posiciones político-partidistas en pro de las urgencias que existen por atender y que no deben descuidarse. Es hora, pues, de que los municipios cumplan eficiente, honesta y responsablemente las funciones impuestas al cargo que desempeñan porque los cargos no son para “el partido” y menos para satisfacer egocentrismos, vanidades y ambiciones personales, habida cuenta que las labores que cumplan deben hacerlo munidos de vocación de servicio, humildad y alto sentido de responsabilidad.

Cumplir en beneficio del bien común es mostrar que lo expresado en campañas pre-electorales fue sincero, producto de valores y principios, al margen de populismos y demagogia que siempre son condimentos que hacen daño y tergiversan los mejores propósitos.