Olores fétidos y la contaminación mantienen en permanente alerta a los habitantes de San Luis.
Tarija (EL DIARIO).- Desde hace 26 años, todos los desechos del alcantarillado de la ciudad desembocan en las lagunas de oxidación, ubicada en el barrio San Luis, los olores fétido y la contaminación que emana este lugar mantiene en permanente alerta a los vecinos del Distrito 11 y en particular a las familias de San Luis, que reclaman desde hace una década la construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales, proyecto postergado, primero por no tener un lugar donde emplazarlo y ahora por falta de recursos económicos.
Según los vecinos, las lagunas de oxidación, ubicadas en la zona sur de la ciudad, sólo debían permanecer en funcionamiento por 10 años, sin embargo, llevan 26 años y se desconoce si la nueva administración del Gobierno Departamental ejecute el ansiado proyecto de la planta de tratamiento de aguas residuales.
La presidenta del barrio San Luis, Estela Serrano, manifestó su preocupación sobre los olores fétidos, la contaminación de la zona y la presencia de zancudos durante todo el año e incluso se teme problemas de salud de los vecinos.
Comentó que en el barrio predominan las patologías respiratorias tanto en niños como en adultos. Según reportes del centro de salud del barrio se tiene asma, bronquitis, la tuberculosis y ahora último se tiene la hepatitis A en los niños.
Serrano dijo que a unos 250 metros de las lagunas de oxidación está la unidad educativa San Luis, establecimiento que alberga más de 230 estudiantes que pasan clases expuestos a esta contaminación, zancudos y los olores putrefactos que a estas alturas ya se ha convertido en parte de la vida del barrio.
Comentó que a “la mala suerte de este barrio” por recibir todos los desechos residuales de la ciudad, el lugar no cuenta con el alcantarillado sanitario.
Recordó que en los dos últimos años, los vecinos realizaron varias movilizaciones a fin de exigir a las autoridades departamentales que agilicen la licitación de los proyectos sanitarios y sobre todo que se traslade las lagunas de oxidación, sin embargo hacen oídos, sordos, al reclamo vecinal.
MITIGACIÓN DE OLORES
En julio de 2014, tras una protesta de tres días protagonizada por los vecinos del Distrito 11 en la Gobernación e incluso echaron agua servidas en la plaza Luis de Fuentes y Vargas, se aprobó el proyecto de mitigación de olores y readecuación de lagunas de oxidación en el barrio San Luis; al mismo tiempo se aprobó 24 millones de bolivianos inicie su ejecución a principios de la gestión 2015, pero los vecinos del lugar aseguran que hasta la fecha no cumplió con el acuerdo y no se ven ni indicios de hacer algo para paliar la contaminación que aqueja la ciudad, porque cada vez los olores fétidos se perciben hasta el campus universitario de Juan Misael Saracho.
El presidente del Distrito 11, Ricardo Pacheco, recordó que asistió como observador a la asamblea departamental, donde evidenció que se aprobó por unanimidad, que no existió ninguna persona que se opuso para homologar, el permiso que da la Alcaldía a la Gobernación, para proceder con la inscripción del proyecto de mitigación de los malos olores y readecuación de las lagunas de oxidación, para que sea más eficiente, y no se eche agua de alcantarillado al río Guadalquivir, sin embargo la situación no cambio, “todo quedo en papeles”, precisó.
Según Pacheco “no hay voluntad de las autoridades”, para solucionar el problema de las lagunas de oxidación, es por ello que cada vez su persona recuerda que el tema es un problema latente.
Calificó las lagunas de oxidación como una “bomba de tiempo”, porque mientras las autoridades se escudan en argumentos que no “no hay plata”, para ejecutar la planta de tratamiento de aguas residuales, las lagunas siguen recibiendo aguas servidas y se teme que colapsen.
Si bien, la Cooperativa de Servicio de Agua y Alcantarilla de Tarija (Cosaalt) asegura que se realiza el mantenimiento y se trabaja en la mitigación de los olores, para el dirigente vecinal, la demanda es clara, que se traslade las lagunas y se ejecute el proyecto de la planta de tratamiento de aguas residuales.
TRATAMIENTO DE AGUA
La construcción de la planta de tratamiento de aguas residuales de Tarija es un proyecto que se hace esperar desde hace casi una década fueron varios los anuncios desde la Gobernación del departamento sobre la licitación del proyecto, sin embargo ahora debido al recorte de recursos económicos que recibirá el departamento por la venta del gas aplaza la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales.
En primera instancia la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales para Tarija debía ser licitado bajo la modalidad de llave en mano con financiamiento de la Gobernación, tras perder el apoyo de la KFW, Banco Alemán de Desarrollo de 8 millones de euros.
Ahora, la planta debe construirse en las comunidades de laderas Centro y Norte, en un espacio de 20 hectáreas y con una inversión de 388 millones de bolivianos, solo falta licitar el proyecto.
El electo ejecutivo seccional de Cercado, Jhonny Torres, dijo que el proyecto se debe emplazar más allá de los compromisos asumidos en la campaña política, aunque advirtió que se requiere recursos económicos para concretar el mismo.
“Este es un problema de todos los que habitamos en la ciudad de Tarija y tenemos que buscar una solución. Que las gestiones pasadas del Gobierno Departamental no han logrado avanzar es un tema aparte. Ahora se deben dar solución (…)”, comentó.
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